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URGE MEJORAR LA INICIACIÓN CRISTIANA A LA LUZ.. 483 A estas alturas de las consideraciones que venimos aduciendo sobre fe y sacramentos, a nadie extrañará que el Catecismo pida que los padrinos y madrinas deben ser sólidos creyentes: solidi credentes (n. 1255) y que se trata de niños de padres creyentes (n. 1251). Dos ACLARACIONES FUNDAMENTALES AL RESPECTO Las encontramos en el Catecismo: 1) «El bautismo es necesario para la salvación para aquellos a quienes ha sido anunciado el evan­ gelio y que tuvieron posibilidad de pedir este sacramento» (n. 1257); 2) y para no extremar ni absolutizar la necesidad de los sacramen­ tos, incluso del bautismo, se añade aquel axioma que desde siem­ pre conocimos en nuestras aulas de teología: «Sed Ipse [Deus] non est Suis sacram entis alligatus» (n. 1257). E l SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN También este sacramento hay que situarlo en el marco vivo y vital de la iniciación cristiana: y es que sin el Espíritu celebrado y reci­ bido no puede haber madurez cristiana, eclesial y apostólica. Unidad íntima entre los tres sacramentos, no necesariamente temporal, claro está, sino teológica de in icia ción cristiana qu e es un a y ojalá que bien hecha, ya que una iniciación sustancialmente defectuosa tiene luego difícil arreglo. Lo estamos viendo y padeciendo. En todo caso, los tres rasgos fundamentales de la confirmación, según la doctrina conciliar del Vaticano II, son: 1) vincular más perfec­ tamente con la Iglesia; 2) ser enriquecidos de una especial fuerza del Espíritu Santo; 3) con la consiguiente obligación de defender y difundir de palabra y obra, como testigos de Cristo, la fe (LG 11; CCE n. 1285). A pesar de estas tres grandes afirmaciones conciliares, grandes y grandiosas, la dificultad suele estar en la práctica: ¿qué tareas enco­ mendar a los así preparados y confirmados en parroquias, diócesis y misiones? Hoy en día no se tienen dudas teológicas sobre la uni­ dad de estos tres sacramentos, necesarios los tres para una verdade­ ra y completa iniciación cristiana. Y en la práctica pastoral se lleva a cabo un posibilismo encomiable, que no debiera perderse de vista y mucho menos perderse.

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