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418 ALEJANDRO DE VILLALMONTE sinato criminal del padre de la tribu por obra de horda primitiva, y de la conciencia de culpabilidad que, en consecuencia y en forma neurótica, pesa sobre la humanidad subsiguiente. Para los psicoa­ nalistas, la doctrina de la neurosis universal de la humanidad es el equivalente psicoanalítico de la doctrina teológica det PO 12. Si, al relatar la transgresión primera, se quiere hablar de «peca­ do» (peccatum), habría que entender esta palabra en sentido origi­ nal, que viene de «pes-pie», y que significaría ‘traspiés’, tropiezo al andar con la consiguiente caída. También la palabra griega «hamar- tía» alude al fallo de un blanco en sentido general y moralmente neutro. O bien la palabra griega «tolma»: audacia, insolencia, atrevi­ miento. Es sabido que el hebreo bíblico cuenta con un variado vocabulario para designar lo que llamamos «pecado» en sus acep­ ciones varias, también en nuestra moral 13. Pero los agentes que intervienen en las narraciones míticas, o en la reflexión platónica sobre el destierro del alma, nunca cometen un «pecado» en sentido fuerte, religioso, moral y teológico de la palabra. El teólogo Oríge­ nes no habla de que el ‘pecado’ de las almas les haya hecho per­ der la felicidad primera. Simplemente habla de un «resfriarse» en el ardor de la contemplación; un gesto de «curiosidad» al mirar hacia las cosas de más bajo nivel y dignidad. O simplemente cayeron por no se sabe qué oculto motivo. Plotino excluye positivamente el 12 No puede negarse que la creencia en el PO, al lado de otros factores, pero en forma relevante, ha contribuido a crear esa difusa neurosis de culpabilidad pre­ sente en tantos momentos en la mentalidad, en las actuaciones de grupos humanos influyentes en nuestra cultura occidental. Ver A. d e V illalm o nte , Cristianismo sin PO, 291-325. Con referencias, sobre todo, a los excelentes trabajos de J. D elum eau sobre la presencia e influencia del miedo morboso en la cultura de Occidente. Fenómeno del que es, en gran medida, responsable la creencia en el PO. 13 Sobre el concepto hebreo de ‘pecado’ puede verse J. S c h a r b e r t , ¿Pecado original?, Estella: Verbo Divino 1972, pp. 59-123. Para los pueblos circunvecinos de Israel, pp. 29-39- El original alemán se titula: Prolegomena eines Alttestamen- tlers z u r Erbsündenlehre. Doctrina que el autor encuentra en el A. Testamento, pero que a estas alturas no creo puede sostenerse tal opinión. También G. v o n R a d , Teología del Antiguo Testamento, Salamanca: Sígueme, 1972, I, 331-351: «Nuestra distinción entre el pecado y el castigo no corresponde en absoluto a la mentalidad del Antiguo Testamento... Sólo puede comprenderse de aquella con­ cepción sintética, ya que puede significar tanto el acto como la intención y las consecuencias**.

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