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394 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO san Agustín y san Anselmo, encuentra los materiales que le van a permitir elaborar su propia visión del problema. Como los autores franciscanos del siglo x iii , acepta el esquema propuesto por Alejan dro de Hales, que armoniza los datos ofrecidos por san Agustín, y, de hecho, cristalizados en la Escuela de Laon y en Pedro Lombardo, con la nueva visión que se desprende de la teología de san Ansel mo. La pérdida de la rectitud original, pérdida que afecta a la volun tad, es el centro de la teología anselmiana 289. Buenaventura asume alguna de las teorías del siglo x ii , aunque de forma, que puede con siderarse marginal, como es el tema de la ignorancia, propio de la Escuela de San Víctor 290. Una cierta influencia de san Ireneo ha sido propuesta por J. Plagnieux, que reconociendo que la doctrina bona- venturiana es un eco de la teoría de san Agustín, pero se pueden percibir ciertas influencias de san Ireneo, influencias ciertamente indirectas y de las que el transmisor será el mismo san Agustín 291. Si este autor encuentra paralelismo y afinidades entre Agustín, Ire neo y Buenaventura, es posible también la influencia de una corrien te agustiniana medieval de inspiración helenizante en el tema de la elevación del hombre a un ulterior estado de gracia, será la teoría propia de los Victorinos y de Tomás Gallus, que de hecho heleni- zan las posiciones de san Agustín 292. 13-305; «Péché originel. VI. La spéculation theologique en Occident jusqu’au milieu du xinème siècle*, en Dictionaire de Théologie Catholique XII, Paris 1933, 432-462. 289 Para la teoría anselmiana de la rectitud, cf. J. R. P ouchez , La rectitudo chez Saint Anselme. Las influencias del tema en Alejandro de Hales y en san Buenaven tura, en pp. 253-258. 290 Para el conjunto de las doctrinas sobre el pecado original en el siglo xii , cf. O. L ottin , «Les théories du peche originel au xiiième siècle», en Recherches de Thé ologie Ancienne et Médiévale 11-12 (1940) 2 9 1 Cf. Jean P lagnieux , «Aux sources de la doctrine bonaventurienne sur l’etat originel de l’homme: Influence de saint Augustin ou de Saint Irénée», en SB IV, 3 1 1 - 3 2 8 . La argumentación de J. P lagnieux puede resumirse con sus propias palabras: «Si á défaut de toute référence explicite chez saint Bonaventure, une influence directe d’Iré- née ne peut être affirmée, il y a place pour une influence indirecte dont Augustin serait l’intermédiaire. Il suffit que sur cette point précis l’évêque d’Hippone soit tribu taire de ceui de Lyon. Or pareille hypothèse largement accréditée par des récentes études sur les rapports des deux auteurs, atteint á une réelle probabilité dès lors qu’on vérifie non seulement l’identité plutôt inattendue des positions, mais encore le parallé lisme de l’argumentation profonde, joint à celui des références scripturaires», p. 3 1 6 .
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