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PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 391 La misma auto-revelación de Dios al hombre no sólo ha sido una palabra externa y audible, en la que Dios y el mundo pueden ser percibidos, y como palabra externa es más que nada una oca­ sión para que el hombre retorne a sí mismo. El mundo y la Escritura serán letra muerta si no existiera una revelación correspondiente en el fondo del alma del hombre, que descubra aquélla dándoles senti­ do. A san Buenaventura le es irrenunciable el tema agustiniano de la interioridad y de ahí que tanto el liber naturae como el liber Scrip­ turae, sólo por una fuerza interior, por un testimonio que mueva a descubrirlos y afirmarlos, es la luz que Dios da a cada hombre para que pueda percibir y entender su testimonio trinitario en la creación y en la Escritura. A esta luz interior de Dios es a lo que san Buena­ ventura llama el liber vitae, que no es una revelación independiente de las dos anteriores, sino la faz interna de ellas. En el fondo, san Buenaventura se ha servido de unos de los esquemas recurrentes en su antropología: la interioridad y la exterioridad del hombre, materia sumergida en el mundo y espíritu abierto a la transcendencia. El Dios revelado en la creación y en la Palabra, ilumina al hombre para que le descubra y acepte. El libro de la vida es el eterno testimonio dado por la sabiduría divina, para que el Dios que transciende todas las posibilidades de la razón humana pueda ser percibido 277. Liber vitae es en san Buenaventura una expresión que no puede reducirse a una significación única, porque en él coincide el conteni­ do escatológico que la expresión tenía en sus orígenes y la valencia cristológica que la expresión recibió en la Edad Media, sobre todo con Hugo de San Víctor, aunque su pensamiento esté enraizado en la tradición exegética y monástica que le ha precedido 278; sin embar- 276 «Iste liber scilicet mundus, quasi emortuus et deletus erat; necessarius autem fuit alius liber, per quern iste illuminaretur, ut acciperet metaphoras rerum. Hie autem liber est Scripturae qui ponit similitudines, proprietates et metaphoras rerum in libro mundi scriptarum. Liber ergo Scripturae reparativus est totius mundi ad Deum congnoscendum, laudandum et amandum», Hex. 13, 12 (V, 390). 277 «Sed quia non omnes oboedieunt Evangelio et verum illud supra rationem est providit divina sapientia aeternum testimonium quod quidem est liber vitae», Myst Trin. q 1 a 2 conci. (V, 55). 278 Cf. H ugo de S an V ictor , De Arca Noe morali 2, 8 (PL 176, 641); R abano M auro , Allegoriae in S. Scripturam (PL 112, 987); S an B ernardo , Senno in die Paschae (PL 183, 279; B A C IV, 78); A dam P raemostratensis , De tripartito Tabemaculo 3, 13 (PL 198, 774).

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