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PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 389 etiología sobre la presencia del mal en el mundo y el hombre, pero hay que preguntarse por el significado de la presencia del pecado en esta sistematización teológica. Puede plantearse este problema como si de una «hipótesis razonable» se tratara 269, pero lógicamente hay que considerar la perspectiva en que Buenaventura sitúa el pro­ blema. Ciertamente —como R. Tononi reconoce— Buenaventura no hace una distinción clara. Escribe en una circunstancia histórica, en la que priva una visión cristiana del mundo y de la historia, y en este contexto el mal tiene una causa bien precisa —el pecado original— y la culpa personal tiene también un nombre preciso: es el pecado personal, aunque en Buenaventura no falten elementos para un aná­ lisis fenomenologico y filosófico del mal 270. En la teología de Buena­ ventura hay unos condicionamientos culturales que son innegables, su pensamiento sobre el pecado original está determinado por una exégesis de la Escritura, que interpretaba el relato del Génesis en un sentido histórico. Las posibles interpretaciones que del relato del pecado original que la exégesis actual puede presentar sobre el tema le son desconocidos y sería un error proyectar estas categorías de pensamiento sobre su elaboración teológica. Buenaventura le da la consideración de un hecho histórico que ha inficionado la historia. En la teología bonaventuriana tiene una presencia que, al menos en la primera etapa de su producción teológica, puede ser considerada como una presencia absoluta, porque la historia de la humanidad ha quedado alterada por el pecado del primer hombre, y en dependen­ cia de esta situación que el pecado crea elabora Buenaventura los grandes núcleos de su teología 271. En la teología bonaventuriana, el pecado original no es una hipótesis razonable de trabajo que puede convertirse en una ima­ gen mítica o en un arquetipo conceptual que justifique la existencia del mal dentro del mundo, sino un hecho histórico situable en los albores de la humanidad y que condiciona la actual economía de la 269 Como «hipótesis razonable», pretende R. Tononi presentar el hecho del pecado: «... guarderemo più specificamente al “peccato”, inteso però qui non tanto come esperienza del male tipica del credente, quanto piutosto como ipotesi ragione­ vole sostenibile, che può portare una luce nuova all’uomo che si interroga sulle cause profonde del male», Attesa umana..., 70. 270 Cf. R. T o n oni , Attesa umana..., 90, nota 121. 271 Cf. A. de V illalmonte , «La teología de Adán...», 268-286.

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