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388 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO luz de su propia lucerna, constatará, por vía experimental, la pre­ sencia del mal en el hombre. El primer camino es el de los doctores católicos; el segundo, el emprendido por la filosofía 266. La filosofía es un camino insuficiente para explicar la radical antinomia que se encuentra en el ser humano, precisamente porque desconoce la raíz del desorden moral del hombre y no ha edificado nunca una correcta escala de valores. La metodología bonaventuria- na puede decirse que tiene su punto de partida donde la epistemo­ logía concluye. A la visión ofrecida por la ciencia y por la razón, Buenaventura le opone la visión fundada en la fe. Su metodología es la búsqueda de las causas superiores. La validez de su prospecti­ va dimana precisamente de la fe, de la cual es una interpretación. La lectura del tema antropológico, si bien puede hacerse desde dis­ tintas claves, solamente la lectura que hace la fe es la que a nuestro autor añade una verdadera comprensión del problema humano. En esta compresión del problema humano, ¿qué incidencia tiene la teología del pecado original? En san Buenaventura, una considera­ ción en profundidad de las limitaciones de la condición humana 267. Es el problema del mal, que, como ya he anotado, tiene sus posibili­ dades en la misma condición del hombre, aunque su naturaleza no haya recibido en san Buenaventura un tratamiento exhaustivo, limi­ tándose a ciertos análisis fenomenológicos 268. En este sentido, la teo­ logía bonaventuriana del pecado original —y la apreciación puede hacerse extensible a toda la teología escolástica— puede ofrecer una 266 «Attendendum est tamen, quod ratio in inquirendo dupliciter potest proce- dere; aut prout est adiuta ratio fidei, et sic procedit aspiciendo ad causas superiores; aut prout propio relicta est, et sic procedit inspiciendo ad naturas et causas inferiores; acquirit enim scientiam per viam sensus et experientiae. Primo modo ratiotinantur doctores catholici et fideles circa ea quae sunt fidei, et secundum hunc modum ratio- cinandi multum est hoc consonum rationi, quod Deus in tanta miseria et calamitate in qua nunc est, hominem a principio non fecerit; immo dicere contrarium magnae impie- tatis videtur esse piae et sanae mentis», 2 Sent. d 30 a 1 q 1 concl. (II, 716). 267 El tema ha encontrado una descripción justa y pertinente en R. T o n o n i , Atiesa umana e salveza di Cristo. Una riletura d eli opera bonaventuriana (Publi- cazioni del Pontificio Seminario Lombardo in Roma. Ricerche di Scienz<e Teologi- che, 21), Brescia, Morcelliana, 1983, 69-86. 268 Sobre el problema del mal y sus relaciones con la antropología cf. S. T o r- g a l M endes FERREiRa, «O problema do mal a luz da concep^áo antropologica de sao Boaventura», en SB IV, 523-532.

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