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PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 319 san Agustín han sido analizados l6, como también las fuentes de su pensamiento han sido estudiadas por P. F. Beatrice, que propone un tercera vía frente a las dos tradicionales: el creador de la teología del pecado original, según la tesis protestante o el fiel interprete de la tradición católica; el autor propone una nueva lectura, según la cual Agustín no sería el padre de la teología del pecado original, sino que habría conocido esta doctrina en ambientes africanos e ita­ lianos, como una doctrina entonces frecuente y que acabó asumien­ do como teoría propia 17. La doctrina de san Agustín ha conocido una evolución que abarca desde el año 387 al año 413 y puede arti­ cularse en tres períodos: 1.° 387-397, comprende la respuesta a Sim- pliciano, que analiza la herencia de una pena, la muerte, pero no el pecado de los primeros padres; 2.° 397-411, en estas fechas Agustín, además de la muerte biológica, incluyó la muerte del alma por la concupiscencia; y 3.° 411-413, es la etapa final de esta evolución en la que se crea el término peccatum origínale 18. Hoy se interpreta a 16 Los mitos griegos ensayaron una respuesta al problema de la miseria humana, explicándola desde la envidia de los dioses. La idealización del primer hombre es un dato común a todas las culturas antiguas. De ellas se ha servido la filosofía platónica, cuyos presupuestos pasaron a san Agustín. Cf. J. M o r a n F er n á n ­ d e z , «Presupuestos filosóficos del pecado original», en Estudio Agustiniano 4 (1969) 497-518. 17 Cf. P. F. Beatrice, Tradux peccati. Alie fonti della dottrina agostiniana del peccato origínale (Studia Patrística Mediolanensia, 8), Milano, Vita e pensiero, 1978. Los orígenes africanos de la hamartiología agustiniana los estudia tambiém G. Bon- ner, «Les orígenes africaines de la doctrine augustinnien sur la chute et le peché orgi- nel», en Avgvstinvs 12 (1967) 97-116. En contra de la obra de P. F. Beatrice, y con una postura muy a la defensiva, se pronunció A. Trape, «Tradux peccati. A proposito di un libro recente-, en Augustinianum 19 (1979) 531-538. Las reflexiones de san Agustín las agrupa Villalmonte en torno a tres rúbricas: a) el argumento de la Escri­ tura; b) el argumento de la Tradición; c) el argumento de razón teológica. Cf. A. de Villalmonte, «El problema del mal y el pecado original en san Agustín», en Naturale­ za y Gracia 38 (1991) 123-151; Id., «Miseria humana y pecado original», en Revista Agustiniana 32 (1992) 111-152. Entre los precedentes teológicos de san Agustín se ha señalado a san Hilario de Poitiers, cf. L. F. Ladaria, «Hilario de Poitiers: “De Trini- tate”, X, 20. ¿Un precedente de la teología agustiniana del pecado original», en Coram Deo. Memorial J. L. Ruiz de la Peña, Salamanca, Publicaciones de la Universidad Pontificia, 1997, 231-244. 18 Cf. A . S a g e , «Peché originel. Naissances d’un dogme», en Revue des Études Augustinniens 13 (1967) 211-248. Esta misma periodización la proponen M. F lick - Z. A iszegh i , El hombre bajo el signo del pecado..., 115-128.

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