PS_NyG_2001v048n003p0313_0399

PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 371 una autonomía moral y responsable de sus elecciones con relación a Dios 199. El tema de la rectitud original, tal como lo presenta san Buenaventura, pudiera favorecer esta interpretación, dado que, cómo en páginas anteriores se ha examinado el tema, muestra el origen del mal dentro de la historia. Lo que queda deteriorado es un status del hombre: el status naturae conditae, es decir, una situa­ ción existencial del hombre anterior al pecado. En la posteridad de Adán el status naturae lapsae es el que deteriora a la persona. El concepto de natura sería aquí equivalente a status o situa­ ción existencial del hombre. Esta posible interpretación sería más concorde con las líneas centrales de la antropología bonaventuria- na, que busca la verdad del hombre a la luz de la revelación 20°. La corrupción de la naturaleza en Adán se la puede identificar como el deterioro de la situación existencial en que fue creado y esta situa­ ción queda deteriorada para la humanidad. El hombre, pues, nace en una situación deteriorada que le implica; situación que, siguien­ do el tema de la rectitud original, es fruto de una determinación his­ tórica y no un constitutivo esencial de la persona; es provocada por el hombre y no dada por la creación 201. Aquí entra en juego uno de los conceptos centrales de la hamartiología bonaventuriana, como es la capitalidad de Adán, entendida en sentido biológico y en sentido moral, según la exé- gesis de Rom 5, 12. Y la situación queda corrompida en un doble sentido: poenaliter y culpabiliter. Es el doble plano del pecado como original y originante 202. San Buenaventura habla con frecuencia de una situación de corrupción, de deterioro, que ha sido introducida en la historia humana. Esta situación en la que el hombre nace, ¿puede ser inter­ pretada como la pecaminosidad del hombre? Esta pecaminosidad es 199 Cf. R . L azzarin i , «Lo status viae e l’interpretazione del pensiero medievale», en L'homme et son destin d ’après les penseurs du Moyen Âge. Actes du premier Congrès International de Philosophie Médiévale, Louvain I960, 125. 200 Este planteamiento lo encontramos en 2 Sent, d 30 a 1 q 1 conci. (II, 715-716). 201 Cf. K. R a h n er , «Consideración teológica sobre el monogenismo», en Escri­ tos de Teología I, Madrid, Ed. Taurus, 1961, 253-324. 202 Cf. 2 Sent, d 30 a 1 q 2 conci. (II, 719).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz