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366 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO En cierto sentido, se puede pensar en una corrección que Bue­ naventura hace al lenguaje anselmiano y en un acercamiento al agustinismo tradicional. La privación de la justicia original tiene en san Buenaventura una ampliación con el tema de la concupiscen­ cia, pero tampoco, en este sentido, hay que apresar el pensamiento de san Buenaventura en un esquema demasiado férreo. Quizá con un esquema tomado de santo Tomás se pueda encon­ trar una solución a este tema bonaventuriano. Cuando Tomás de Aquino analiza el pensamiento de san Anselmo y la definición del pecado como carencia de la justicia original, Tomás deja enten­ der que esa carencia o pérdida de una justicia no es nada si no lleva consigo una disposición del alma. Así se puede hablar de un talante (dispositio) enfermizo que se da en el hombre 183. Esta intuición es fundamental, porque la pérdida de la justicia original no es algo abstracto y ajeno, cuya presencia o ausencia sólo Dios percibe. San Anselmo establecía, como consecuencia de la pér­ dida de la justicia original, el carácter culpable que el hombre tenía y la necesidad y, al mismo tiempo, la impotencia del hombre para satisfacer o devolver a Dios el honor quitado. La analogía con la enfermedad es sumamente ilustrativa, aunque no sólo consiste en esta desarmonía en que la carne pueda desear contra el espíritu, porque hay una desarmonía más trágica: que el espíritu pueda dese­ ar contra la verdad o contra sí mismo. El tema agustiniano de la adversio y conversio traduce la dimensión profunda y trágica que puede darse en el espíritu huma­ no. Hay que tener presente que en san Agustín el tema de la adversio , como sinónimo de la esclavitud de los bienes sensibles y desconocimiento de Dios, está muy ligado a la filosofía platónica el alma, que da una concepción peyorativa del tiempo 184, visto como tiempo de envilecimiento y de muerte como una herida abierta en el hombre 185. 183 Cf. S anto T om ás , Summ a theologica l/2 a e q 82 a 1 concl. ad 1, Madrid, BAC Maior 35, 1989, 641. 184 Para este tema, cf. L. B o ro s , «Las catégories de la temporalité chez saint Augustin», en Archives d e Philosophie 21 (1958) 323-385. 185 Cf. S an A gustín , De pecatorum meritis et remisione, 1, 16, 21 (PL 44, 165).

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