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352 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO mente aplicada por Buenaventura, en cuanto que éste no es una essen- tia, sino un deffectus et corruptela, que incide en el modus, species et ordo de la voluntad creada. Estas repercusiones del pecado aluden a un orden metafísico de la triple relación de causalidad que la criatura mantiene con relación a Dios, porque no existe ningún mal que no suponga corrupción del modo, de la hermosura y del orden 131. El orden puede ser un orden natural o un orden de justicia; el primero se identifica con el bien natu­ ral; el segundo, con el bien moral; éste está en la voluntad, aquél en toda la naturaleza. Estas propiedades del ser las relaciona Buenaventura con la tri­ ple causalidad: eficiencia, ejemplaridad, finalidad. Esta triple relación causal es la que queda deteriorada por el pecado. Es un esquema común a toda la metafísica del ser creado 132. El mismo esquema de relación trascendental a Dios, lo expresa también Buenaventura en el orden de la voluntad 133. En este orden están las claves para inter­ pretación religiosa y metafísica del pecado original. Siguiendo este esquema de la triple causalidad, el modus, species, ordo queda dete- duría 11, 21, que explica el modo de la constitución y de la derivación estructural del mundo desde Dios, e indican un orden inteligible determinado, no sólo formal sino también cualitativo, en el que se comprende la estructura de la historia del mundo, en cuanto apertura a la acción de la Providencia y de la gracia. Esta tríada se corresponde con aquella otra de modus, species, ordo. Cf. W. B eirwaltes , «L’inter­ pretazione de Agostino de Sapienti^ 11, 21», en Id., Agostino e il Neoplatonismo cris­ tiano. Introduzione di Giovanni Reale (Collana Platonismo e filosofia patristica. Studi e testi, 8), Milano 1995, 143-157. 131 «Peccatum non est essentia aliqua sed deffectum et corruptela, qua scilicet comimpitur modus, species et ordo in volúntate creata; ac per hac corruptio peccati est ipsi bono contraria, nec tamen habet esse nisi in bono, quod quidem est liberum voluntatis arbitrium», Brev. 3, 1, 1 (V, 231). La idea del pecado como corrupción de la relación con Dios que suponen el modus, species et ordo es un topos de la litera­ tura teológica de inspiración agustiniana; la expresión de san Agustín la encontra­ mos en Odo Rigaldi, expresada en términos de privación: uerum est quod peccatum est priuatio modi, speciei et ordinis, 2 Sent, d 35, ms. Bruges 208, ff. 317a. 132 «Modus attenditur secundum comparationem creaturae ad Creatorem in ratione causae efficientis, species in ratione causae exemplaris, et ordo in ratione causae finalis. Et quia quodlibet ens, quantumque modicum, habet istam compara­ tionem ad Deum in quodlibet ente creato reperiantur haec tria», 2 Sent, d 35 a 2 q 1 conci. (II, 829). 133 Cf. 2 Sent, d 35 a 2 q 1 conci. (II, 829).

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