PS_NyG_2001v048n003p0313_0399
PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 351 2 . 2 . P ro to lo g ía y a n tro po lo g ía El tema de la rectitud original del hombre tiene como conclu sión de que se trata un tema teológico que ha sido interpretado como una situación histórica. El concepto de status es absolutamen te central, porque al ser entendido el hombre como un ser en situa ción, la antropología, si bien queda afectada por los condiciona mientos que la situación infralapsaria, esta situación no puede convertirse en el criterio decisivo a la hora de hacer una valoración teológica del dato antropológico. El pecado original es una situa ción del hombre, que es alusiva a un determinado momento de la historia salvífica. A esta situación existencial del hombre Buenaven tura la denomina status naturae lapsae. Si el tema de la rectitud original puede ser considerado como una derivación de la ontología del bien, como lo es todo el tratado de la creación. A la luz de esta ontología puede ser comprendida la signifi cación antropológica del pecado original. Por otra parte, la considera ción metafísica sobre el mal es el tejido de fondo sobre el que se dibu ja el tema del pecado original. La hamartiología puede ser considerada como una versión, desde el punto de vista histórico-salvífico, del tema del mal. La concepción del pecado de origen, como deformitas, defec tum circa naturam, corruptio, deordinatio, privatio, sitúan el tema hamartiológico en una clave de lectura simultáneamente metafísica y religiosa. El pecado ha supuesto la ruptura de la unidad, introducien do la debilidad en el hombre, y será debelado cuando el hombre rea lice sus aspiraciones más profundas por la recuperación de la unidad en un estado de bienaventuranza. La clave metafísica nos presenta al pecado como un trastorno de la unidad de ser y de funciones que se dan en el hombre, hecha de acuerdo con las exigencias de la filosofía ejemplarista. Los esque mas de esta concepción del pecado son idénticos a los que pueden encontrarse en una concepción platónico cristiana del mal, entendido en clave de corrupción y de privatio modi , speciei, ordinis 13°, literal- 130 Cf. S an A gustín , De natura boni, 4 (PL 42, 553); De Civitate Dei 9, 9 (PL 41, 264; CCL 47, 257-258). Estas expresiones agustinianas que se pueden considerar parejas a aquellas otras de mensura, numerus, pondus, tomadas del libro de la Sabi-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz