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350 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO ñas del Com entario a las Sentencias desde la visión metafísica del ser creado y de la acción creadora. Si Dios actúa a se secundum se et p rop ter se, necesariamente ha de ser bueno y recto, y por ello, piadoso y justo. Estos atributos resplandecen en su obra creada, de ahí que el género humano sea creado sin culpa ni miseria, conclu sión deducida desde los atributos divinos 126. El mismo significado de la culpa es también explicado desde los atributos divinos de poder (virtus), verdad y bondad; la pérdida de la justicia original supone enfermedad, ignorancia, maldad y concupiscencia 127 y esta corrupción es la causa de la muerte y de la separación de Dios 128. El lenguaje y los contenidos de la teología bonaventuriana pue den resultar al lector de hoy no sólo inusuales, sino culturalmente periclitados; más aún, cuando la teología actual ha desarrollado todo un proceso de revisión crítica del pecado original, resituando teo rías y problemas de exégesis y teología, con lo cual puede decirse que la teología del pecado original se ha reducido a la categoría de mínimo indispensable 129. Una hermenéutica de la teología bona venturiana tendrá que dar razón, no en primer lugar quizá, de la presencia del mal en el mundo, sino de la pecaminosidad humana, como situación de dificultad en la que el hombre se encuentra para realizar su proyecto de existencia: conocerse y actuarse como ima gen de Dios. 126 «Ratio autem ad intelligentiam praedictorum haec est: quia, cum primum principium omnia agat a se et secundum se et propter se... Si igitur certissimum est, primum principium et in producendo et in providendo rectissimum et clementissi- mum esse; necesse est, quid taliter genus humanum fecerit, ut a principio nulla esset in eo culpa nec miseria; necesse est etiam, quod taliter administret, ut non permitat in nobis esse miseriam nisi propter aliquam culpam praeambulam. Quoniam igitur certissimum est, quod a nostra origine multiplicem contrahumus miseriam poenae, certum est, quid omnes nascimur natura filii irae, ac per hoc privati rectitudine origi- nalis iustitiae, quam privationem vocamus culpam originalem», Brev. 3, 5, 3 (V, 234). 127 Cf. Brev. 3, 5, 4 (V, 234). 128 Cf. Brev. 3, 5, 6 (V 234-235). 129 Todo este proceso de revisión crítica ha sido historiado por A. d e V illal - m o n te , El pecado original... Este mismo autor hizo un proceso de revisión crítica a la hamartiología bonaventuriana. Cf. A. d e V illalm o nte , «La teología de Adán en san Buenaventura», en Verdad y Vida 34 (1975) 253-301.
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