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334 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO Esta libertad del hombre es auxiliada y guiada por la gracia. La llamada a la comunión con Dios enmarca toda la existencia del hom­ bre, que queda bajo el primado de la gracia, definitiva palabra de Dios para entender el misterio del hombre. También bajo ella habrá que entender esa situación personal y comunitaria que llamamos pecado. San Buenaventura, de acuerdo con la exégesis de su tiempo, entiende los relatos bíblicos del paraíso en un sentido absoluta­ mente histórico, y desde esta perspectiva se pregunta por la situa­ ción del hombre anterior al pecado. En gran parte, el tema ha per­ dido actualidad y valor teológico para hoy, pero en su concepción del hombre creado encontramos las determinaciones fundamenta­ les del ser humano en su relación con Dios, que se remontan a los comienzos mismos de la historia y condicionan el desarrollo conse­ cutivo de la misma. La oferta original de la gracia está en el pro­ blema de los orígenes del hombre. Es un episodio del acto crea­ dor, siempre en relación con el liberum arbitrium70. La gracia, en cuanto es un auxilium dado a la libre albedrío es necesaria tanto en el status innocentiae como en el status subsiguiente al pecado, precisamente porque es dada ad merendum 71. No es éste el momento de exponer toda la teoría bonaventuria- na de la primera donación de la gracia, sino solamente apuntar su función de elevar al libre albedrío a las obras meritorias. Ya la idea de libre albedrío conlleva de movimiento y la voluntad puede moverse por sí misma y con mayor razón puede ser movida por turam rationalem liberum arbitrium habere per naturam ad malum inflexibile», 2 Sent, d 24 p 1 a 1 q 1 conci. (II, 555). 70 «Supra egit Magister de libero arbitrio sive de adiutorio homini collato in se. In hac vero parte agit de ipso comparato ad auxilium gratiae. Divitur autem ista pars in duas partes. In prima determinai, quanto possit liberum arbitrium cum gratia. In secunda, quanto possit circumscripta gratia. In prima determinat, quid sit, sive cuius efficaciae sit illud adiutorium gratiae, quod libero arbitrio. In secunda vero determi­ nat, qualiter ad voluntatem sive ad liberum arbitrium ordinatur», 2 Sent, d 26 divisio textus (II, 630). 71 «Non solummodo gratia necessaria est ad merendum secundum statum naturae lapsae, sed etiam secundum statum naturae institutae, licet secundum sta­ tum naturae lapsae magis indigeat liberum arbitrium dono gratiae», 2 Sent, d 29 a 1 q 2 conci. (II, 698).

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