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332 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO da del hombre sino desde los planes mismos de Dios, que son reve­ lación de su poder y revelan también el designio de Dios sobre el hombre 58, en la que también se manifiesta la sabiduría de Dios 59. Desde la revelación de los atributos divinos —y es la lógica interna de todo el tratado de la creación— es cómo Buenaventura justifica la condición creada del hombre, la congruencia de haberle creado como vertibilis60. La misma constitución del hombre es la que hace posible la expli­ cación teológica de la tentación del paraíso. La vertibilitas es una carac­ terística del libre albedrío, a la que se le puede llamar una condición natural del hombre en sentido agustiniano, es decir, según la naturale­ za de su origen, entendiendo debidamente el tema, porque el no-ser no es la causa eficiente de la criatura, sino su causa deficiente61. Este elemento de la constitución creada del hombre, junto con la falibili­ dad y la vanidad, es la real posibilidad de pecar que el hombre tiene. La condición creada del hombre como vocación a participar en el misterio de Dios, que sólo en un proceso de libertad puede ser conse­ guida, indica que esta real capacidad del hombre, dotado de una liber­ tad de elección, significa su propia autonomía, como sugiere el pensa­ miento de san Agustín: la creación del hombre como vertibilis es la que puede garantizar su autonomía y libertad 62, que, en realidad, es 58 «Voluit enim Deus ostendere homini, quia, sicut sine eo factus non fuerat, ita nec sine ipso persisterne non poterat. Ut igitur homo nosset, quod divinum posse non solunmodo est omnis potentiae causativum, sed etiam omnis potentiae conser- vativum, et quod ipsum solum est, quod non potest deficere nec expugnan: ideo placuit sibi, creaturam rationalem facere vertibilem et expugnabilem, nec ipsam confirmare quousque et experimento discere, quod ipse solus est, in quonon cadit non-posse», 2 Sent, d 23 a 1 q 1 conci. (II, 532). Cf. S an A gustín , De Genesi ad litte- ram 11, 5, 7 (PL 34, 432); Enchiridion 106 (PL 40, 281-282). 59 «Maioris enim sapientiae ostensivum est scire ordinare bona cum malis et elicere bona ex malis, quam ordinare solum bona cum malis: et ideo, cum non deceret Deum mala facere, debuit talem facere creaturam, quae posset in operan­ do deficere et malum comitere, ut Deus mala illa ordinando suam sapientiam decla- raret», 2 Sent, d 23 a 1 q 1 conci. (II, 532). Cf. S an A gustín , De Civitate Dei 11, 18 (PL 41, 332; CCL 48, 337); là.,Enchiridion 11, 3 (PL 40, 236). 60 2 Sent, d 23 a 1 q 1 conci. (II, 533). 61 Cf. 1 Sent, d 8 p 1 a 1 q 2 conci, ad 7-8 (I, 161). 62 «Sed Deus fecit et facere debuit hominem in vertibilitate arbitri et relin- quere eum in manu consilii sui, et similiter Luciferum: ergo si diabolus voluit homi-

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