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PECADO ORIGINAL. LA INTERPRETACIÓN DE SAN BUENAVENTURA 329 mer capítulo del Génesis le ofrece el datum fidei para asegurar el origen del cosmos y del hombre en Dios y el señorío del hombre sobre aquél. El hombre non solum rex, sed etiam rector efficiturAS. La creación, subordinada por entero a él, indica que los seres ad utilitatem hominis facta sun t 49 . El fin principal de la creación es la gloria de Dios. El fin último y definitivo de las cosas sólo con Dios puede identificarse, Dios es el fin principal de todo lo creado, pero también la creación tiene un fin secundario, un fin is sub fine, que es el hombre. Buenaventura aúna los datos del relato bíblico de la creación con los que puede suministrarle el pensamiento de Aristó­ teles. Éste afirma que el hombre es fin de todo, y la Escritura el señorío del hombre sobre todas las cosas, porque ha sido creado imagen de Dios 50. El transfondo último de este pensamiento está en san Agustín51. Buenaventura afirma esta superioridad de la natu­ raleza humana y con ella afirma la dimensión antropocéntrica del universo creado, adoptando en este punto una postura distinta de la que pudiera ofrecerle san Agustín52. 48 2 Sent, proem. (II, 4) 49 Cf. 2 Sent, d 15 a 2 q 1, ff. 1-3 (II, 382). 50 «Et hoc insinuat Philosophus, cum dicit: sumus finis quodam modo omnium eorum quae sunt. Insinuat etiam Scriptura multo excellentius cum dicit: Faciamus hominem ad imaginem et similitudinem nostram, et praesit piscibus maris etc. Quia enim homo rationis capax est, ideo habet libertatem arbitrii et natus est piscibus dominari; quia vero per similitudinem natus est in Deum inmediate tendere, ideo omnes creaturae ad ipsum ordinatur, ut mediante ipso in finem ultimum perducan- tur», 2 Sent, d 15 a 2, q 1 concl. (II, 382-383). San Buenaventura parece ser aquí tri­ butario de las Glosas medievales de la Escritura que, en última instancia, transmi­ ten el pensamiento de san Agustín. El hombre, creado a imagen de Dios, está dotado de una capacitas rationis, entendida ésta como el elemento diferenciador del mundo infrahumano: «Quae imago est in ratione, per quam irrationabilibus pra- ecellit et dominatur in eis, et intelligit suum creatorem». W. Strabon, Glossa Ordina­ ria in Ecl 17, 1-3 (PL 113, 1201), Una idea semejante puede verse en la exégesis de Rabano Mauro: «Quia nimirum in hoc máxime factus est homo ad imaginem Dei, quia irrationabilibus antecellit, capax videlicet et ratione conditus, per quam et ere- ata quaeque in mundo recte gubernare», Rabano Mauro, Glossa in Ecl 17, 1-3 (PL 109, 875); cf, Beda, In Genesim 1, 26 (PL 91, 30). 51 Cf. S an A gustín , De Genesi ad litteram 3, 20, 30 (PL 34, 292); Sermo 43, 3-4 (PL 38, 254-255; CCL 41, 508-509). 52 El puesto que Buenaventura asigna al hombre dentro del universo ha sido objeto de estudios que hasta hoy parecen insuperados. Cf. A. S chaefer , «The position and fuction of man in the created world according to Saint Bonaventure», en Francis-

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