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328 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO del cosmos. A esta situación primera ha seguido la desviación del hombre, el mezclarse en infinitas cuestiones que comprenden el modo de la caída y la situación subsiguiente de miseria 42. El peca­ do tiene una triple dimensión: aversio, conversio, bonorum amissio sive ex p o lia tio 43. Si la exégesis de cada uno de estos conceptos es alegorizante, sin embargo, se percibe un realismo al describir el esta­ do en que cayó el hombre: pérdida de la rectitud original, es decir, de la semejanza divina, no de la imagen que sólo es aptitud para recibir la semejanza. La pérdida hace al hombre solícito y nada puede compensarle de los bienes perdidos. Si la conversio a d Deum rectifica al hombre, la adversio a Deo lo empobrece, porque la inte­ ligencia se hace ignorante, la voluntad se empobrece por la concu­ piscencia y se debilita el poder del hombre en el mundo44. El tema del proem ium lo encontramos de nuevo en la división del texto de la distinción primera 45. 1.1. E l DESARROLLO DEL TEMA El proem ium del segundo libro de las Sentencias es como un preludio sinfónico, cuyas melodías fundamentales van a ser desple­ gadas en un sinfín de cromatismos melódicos y orquestales a lo largo de todo el segundo libro del Comentario. Los dos temas capi­ tales están aquí iniciados: la historia de la creación 46 y la historia del pecado 47. En realidad, el contenido del segundo libro del Com en tario se ciñe a los tres primeros capítulos del Génesis. El esquema del H exaem eron ha conducido el desarrollo de la teología de la creación y, en concreto, de la antropología teológica. El pri- 42 Cf.2 Sent. proem. (II, 5). 43 Cf.2 Sent. proem. (II, 5). 44 Cf.2 Sent. proem. (II, 5-6). 45 «Unde iste líber secundus, qui incipit: Creationem rerum etc, dividitur in duas partes: in prima agit de hominis conditione; in secunda de lapsu eius et tenta- tione», 2 Sent. d 1 div textus (II, 13). 46 2 Sent. dd 1-29; este bloque temático puede ser subdividido en tres: la cre­ ación de los ángeles o la criatura puramente espiritual (dd 2-11, II, 54-289); el mundo infrahumano o criatura corporal (dd 12-15, II, 290-389) y el hombre, criatura com­ puesta de naturaleza espiritual y corporal (dd 16-29, II, 393-708). 47 2 Sent. dd 30-44 (II, 713-1016).