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322 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO corrección del agustinismo, al interpretar el pecado como una reali dad moral, cuya sede no es el cuerpo, sino el alma y, más precisa mente, la voluntad. San Anselmo percibe el pecado no sólo como deficiencia moral, desadecuación psicológica o incumplimiento, sino como personal ofensa a Dios, que deja al hombre abandonado a su impotencia. Anselmo parte del orden objetivo, que no debe ser vio lado. Del Cur Deus hom o anselmiano se ha dicho que lo que llama la atención en esta obra, marcada en tantos aspectos por el primado del honor de Dios, es el honor del hombre y de su salvación. Y una afirmación semejante se podría hacer de su teología del pecado ori ginal. Es la ofensa que el hombre hace a su propio honor. El peca do es una carencia de rectitud en la voluntad y tiene un carácter privativo: la ca ren tia iustitiae debitae. Desde esta última perspecti va se puede estudiar la aportación de la Escuela Franciscana a esta larga historia. La revisión que supone el pensamiento de san Ansel mo y su prolongación en la Escuela Franciscana del siglo xm son claros indicadores de que las doctrinas hamartiológicas tradicionales necesitaron de nuevas hermenéuticas que las hiciesen accesibles a la sensibilidad teológica y pastoral de nuevas situaciones históricas. Hace ya años, en una serie de artículos que posteriormente fue ron reagrupados en una obra de conjunto, O. Lottin hacía la historia de la teoría del pecado original en el arco histórico que va desde san Anselmo a Tomás de Aquino 27. Dom Lottin daba por senta do que gracias a las monografías de J. N. Espemberger, J. B. Kors y A. Gaugel se conocían aportaciones nuevas 28. El ejemplar trabajo del investigador benedictino venía a mostrar que, en la Edad Media, las teorías del pecado original fueron objeto de una revi sión crítica, en ia que, desde perspectivas muy diversas, se había explicitado la tradicional teología agustiniana con perspectivas nuevas. San Anselmo hace la aportación que luego será el leiv m o tif de la teología franciscana: el pecado original es la privación 27 Cf. O. L o ttin , «Les théories sur le pèche originel de saint Anselme a saint Thomas d’Aquin», en Psychologie et Morale aux xif™ et xnfme siècle, tome IV: Problè mes de Morale. Troisième Partie. I. Louvain, Abbaye du Mont César, Gembloux, J. Duculot, Éditeur, 1954. 28 Estas monografías son citadas, respectivamente, en las notas 2, 3 y 4 de «Les théories...», Psychologie et Morale... , IV, 11.
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