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EXPERIENCIA RELIGIOSA Y CREACIÓN ARTÍSTICA * En el relieve existen dos personajes, se hablan. Presentamos la escena de la Anunciación. Tratamos de expresar en toda su posible hondura este encuen­ tro, desde esta escena visual poder alcanzar a descubrir lo que ella tiene de trascendente; éste es el fin del arte religioso, o del quehacer del artista religioso, su parte que le corresponde como mensajero. Traemos en este relieve cerámico la escena de la Anunciación. Bajo un fondo limpio de referencias, los dos personajes, María y el Ángel; éste, con el mensaje, y María, receptiva, humilde. Esta cerámica también como testimonio de la propia experien­ cia, que de experiencias vamos a tratar; y el primer testimonio que sea la propia obra, aquí y ésta a manera de acompañamiento a la palabra, como ejemplo próximo al cual nos iremos refiriendo. Y comenzamos preguntándonos cómo puede hacerse el arte religioso. ¿Desde dónde nace? A este diálogo entre el Arcángel y María, a este encuentro, a esas sus palabras, pensamos que habrá que añadirle aquello que tienen de específico, su carga religiosa, su gran misterio; pero la escena toda nos trasciende, es realmente un encuentro religioso. Si hago un relieve, una escultura, si voy a contar algo, comen­ zaré siempre por conocer el tema lo mejor posible, sus circunstan­ cias; pero aquí, sobre todo realismo posible de los dos personajes, hay algo que lo supera, y el artista que lo va a trabajar comenzará por esforzarse, por entrar en esa trascendencia, poder conocer, poder sentir, querer transmitir, tratar de acondicionar su interior para lo que podemos llamar creación artística religiosa. Si decimos religiosa, será en cuanto no se conforma con la rea­ lidad material, sino que desde ella hay que sacar una expresión, un aviso hacia algo superior. * Texto de la conferencia pronunciada por el autor en el II Curso de Arte Sacro, Universidad de San Pablo, CEU, Madrid, 24-26 de octubre de 2000.

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