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HACER EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CASA 237 ofrezca como punto de reflexión: «piensa en los sufrimientos de un condenado a la crucifixión: ¡cuánto dolor y cuánto sufrimiento habrá padecido!». ELECTRICIDAD En nuestras casas hay tomas e interruptores en relación con lámparas, computadoras, ordenadores y otros instrumentos eléctri­ cos: la luz, la oscuridad están en nuestras manos; y son significati­ vas una y otra, Ponte también delante de un contador y medita la medida de una corriente invisible: ¿a que te sugiere muchos pensa­ mientos útiles? Usamos la electricidad para calentar o enfriar la casa. Con ella hay televisión, radio, ordenadores: es invisible pero poten­ te. Un espíritu que nos llena de luz y de fuerza. Y nos pone en rela­ ción con Dios como el surtidor de vida eterna, como central gene­ radora de luz y de fuerza: de amor. LAS VENTANAS Daniel abría las ventanas que daban a Jerusalén tres veces al día y fue encontrado como profeta orante (Dan 6, 10-12). Todas las casas tienen ventanas por donde entra luz y aire respirable. Las ven­ tanas están hechas con vidrios transparentes. Desde la ventana vemos gente que pasa, el atardecer y la «puesta» del sol. Desde la ventana se ven árboles, flores y hasta jardines y bosques. Por la noche, cielos estrellados, o la nieve..., o un gorrión que busca unas migas de pan, y poco más, para alimentarse. Se contenta con poco. Los cristales pueden también desfigurar la realidad, mejor dicho la visión de la realidad exterior... También nuestra idea de Dios depende no poco de la manera y, sobre todo, de la actitud con que nos asomamos a las «ventanas» para verlo. Y, de cuando en cuando, conviene también abrir las ven­ tanas de par en par para que entre «aire fresco» en la casa donde habitas. Y dos conclusiones: mira bien e identifica el elenco de todo aquello que puedes ver. Y en todas las cosas y personas de la lista piensa cómo Dios se te revela en ellas.

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