PS_NyG_2001v048n001p0231_0248

HACER EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CASA (UN NUEVO MÉTODO DE VIVIR, EN EL ESPÍRITU, LA VIDA) Por lo visto hay quienes, para meditar, suben a nieves perpe­ tuas o, viceversa, van a retirarse al desierto; lo más normal suele ser refugiarse en una casa de ejercicios espirituales por un tiempo, de cuando en cuando. El que suscribe los ha hecho de mes, de diez días (llamados intensivos), de una semana o, al menos, un día de retiro —ojalá que cada mes— , no siempre... Ahora resulta que también es factible —si ese ideal no es posi­ ble— hacerlos en casa propia. Basta saber mirar con ojos nuevos los objetos más familiares de uso cotidiano —desde la lámpara hasta el paraguas, desde la puerta a la cama— para ponerse en relación con Dios y descubrir su presencia amorosa entre nuestras cuatro paredes. Escribo este artículo a raíz de un libro que va teniendo éxito en esta ayuda espiritual a juzgar por el original en inglés 1 y ahora en italiano 2. Se trata de ejercicios de meditación doméstica: «esercizi di meditazione domestica» reza el subtítulo a pie de página. Los autores, un sacerdote católico, Mark G. Boyer, director de The Mirror, periódico de la diócesis de Springfield-Cape Girardeau, en Missouri, autor de numerosas obras, y el médico Alessandro Fri- gerio, que trabaja en Como, activista del Movimiento p r o Vita, voluntario incansable anteriormente en África y Asia, traductor, a su vez, de esta obra al inglés. La presentación de la obra viene realizada por dicho médico, Alessandro Frigerio, que relata el porqué y para qué. (Y tiene su moraleja para las parroquias que acostumbran poner en las puer­ tas de las iglesias un quiosco de libros, folletos y trípticos religio­ sos). Resulta que el presentador se encontraba en un Congreso de Medicina en Estados Unidos, y un domingo, al salir de misa, 1 Home is a Holy Place (La casa es un lugar sagrado), 1997. 2 La casa é un luogo... santo, Piemme 2000.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz