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DEL SUEÑO AL VUELO HACIA DIOS. 211 poética, como declara en uno de los versos intermedios del poema «No me neguéis el canto»18: No me neguéis el canto. Nací hijo de la luz. Nací poeta. Ypermitid que diga al alba mi canción, al ruiseñor ; a cuanto vibra. Esperamos poder probar que al hacerlo, al cantar, en la poesía de Mieza ocurren los siguientes fenómenos: No hay renuncia a pre­ guntarse sino otro modo de responderse y de ofrecer respuestas a través de la libre y sensibilísima percepción de las manifestaciones de superficie. De las criaturas a Dios por el camino poético francis­ cano de una especie de pre-mística hibridación personalizada de san Francisco y san Buenaventura, como trataremos de mostrar. Su humildad renuncia a la búsqueda por la vía racionalista, como habría anunciado en el poema «Invitaciones»19, en donde pedía: Dejadme los ojos Para ver el día, Llevad los despojos de la teoría. Esa petición de «ver el día» ocupará un largo tramo de su cami­ no, pero creemos que, al final, se cumple una «visión» o experiencia más cercana y directa como suponemos que vamos a poder mostrar a través de los propios textos poéticos. EL POETA CANTA MIENTRAS CAMINA ¿O camina cantando?... Esa percepción y escucha generan la inspiración y el canto. Pero también se produce la humilde y legíti- 18 Ibid., 11 . 19 Ibid. El aire no tiene color, 21 .

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