PS_NyG_2001v048n001p0203_0230

DEL SUEÑO AL VUELO HACIA DIOS. 209 temas aislados que se engarzaban hacia el diálogo más sostenido con las criaturas n , pero es a la vez más intimista en el camino hacia la aproximación a Dios. El dibujo de portada de Mabel Arce Morán —autora también de los del interior— de una alargada mesa de tra­ bajo, exige que, tras la lectura, se vea como metafórica y reforzada por la ventana interior desde la que se ve, cercanamente lejano, un sol centrado, y un arbolito. El propio poeta, desde su presentación, antecediéndola con una sumamente expresiva cita de Aleixandre 12 en la que están el sendero , el verbo y la luz (elementos del conoci­ miento y la claridad para sentir el pálpito del inescrutable signo de las estrellas) siente el beso, despierta y descubre el día; destaca su proceso creativo indicando que hasta que los poemas se convierten en «versos que multiformes vuelan» vienen evolucionando desde la intuición y el diálogo con el universo 13. Esa evolución es precisa­ mente lo que más nos interesará examinar. Pero antes de volar o despedirlos, como recuerda que hiciera León Felipe con los suyos, reconoce más que intuitivamente que se agrupan « como bandada de pájaros en la rama de un árbol O vue­ lan uno a uno». En efecto, ahora es una hermosa bandada que, en progresión ascendente, volará más alto. Y aún más en la siguiente obra. Pero trata también de este proceso con palabras y pájaros en Las palabras se hacen pájaros 14. Pero nadie puede ir caprichosa y cómodamente del sueño al vuelo. Si en la segunda obra desaparecen o casi se difuminan datos o rastros referenciales tan concretos como los de los personajes del 11 Ibid. Del diálogo se trata por lo menos en Palabra 32 («Estamos y nos vamos desahogando/el peso de la entraña;/por la palabra dicha se derrama/en fracciones el ser/en sílabas, en versos•; en p. 43, «Único amor» (*o al pasar, hablar con ella/con toda cosa, y decir/a cada una: “eres bella"»); y, en p. 45, en «El ser habla», en donde dirá: •No me digas que no,/El ser, cada ser, habla:/interpreta al caer/cada gota de agua/\ para concluir que él y su alma entienden *las voces dis­ persadas• de los seres. 12 Véase nota 76. 13 Ibid., 18. Ampliará con explicación poética ese proceso en el poema -El tren de la vida», indicando alternativamente voy y vuelvo/hacia fuera, después hacia mí mismo/Me marcho en surcos de sembrados largos,/por líneas de arboledas, por el río,/y regreso, otra vez, al pensamiento/de lo que leo escrito». 14 Figura en el poema «Palabra» del verso V de Ya sé por dónde pasas, o. c., 86.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz