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226 JUAN JESÚS PINDADO USLÉ mente durante el camino realizado71, mientras el poeta siente la ins­ piración y ejecuta el canto. Pero también se produce el reconocimiento, la humilde y legí­ tima autoestima lírica de ese canto al autoreconocerse como poeta- cantor. Tras preguntas previas, el repertorio de reconocimientos fun­ ciona a veces como apertura del diálogo (como invitación), pero siempre, sobre todo, como mensaje poético 72. Del asombro sale el pensamiento según la concepción platónica. El poeta sigue el diálo­ go consigo mismo al admirarse por la interrelación y sencilla res­ puesta del trato con las cosas, con las criaturas y con un tú indivi­ dual que se constituye como interlocutor. Sin embargo, la invitación, finalmente, se suspende, pues el poeta se acerca a Dios 73 en forma de poética oración y se apro­ xima, incluso, a ese «lugar» misterioso que hemos denominado «frontera mística» 74. Gracias a la forma religiosa, diferente de los modos cotidianos, cierta -c on c ien c ia d e l p a s a d o o la m ística d e la n atu raleza» son las dos claves que, « tra scend ien do tiem po o espacio, p rov een un p a s o a otra fo rm a d e trascenden cia, es decir, con tacto con Dios». Se considera también que «nuestra unión con la n a tu r a le z a llega a s e r un m od o d e c om u n ic a c ió n d e D ios a nosotros a través d e su crea ción y d e nuestra un ión con Él p e r c i­ b ien d o su p r e s e n c ia en el m un do fís ic o » 15. Éste es el marco por el que fluye el sueño del hablante lírico hecho pájaro-poema vola­ dor de la palabra. busca descubrir lo desconocido dentro de sí) con la introvertida de Mallarmé (indi­ ferente al mundo exterior) 12. 71 lbid., 46. En el poema «Andar y volver a andar», invita a superar la tristeza, incluso si otros han borrado las huellas del surco propio, porque, al final, muerta la esperanza, la fe hace al Amor cercano y posible. 72 M ieza , En la escuela..., o. c., 46: el ser habla: él «entiende» las dispersadas voces de los seres. 73 lbid. El aire no tiene color, o. c., 46. 74 Estoy enfatizando mucho el concepto de «frontera» porque el lenguaje no reflejará las cuatro notas de inefabilidad, cualidad noética, transitoriedad y pasividad que atribuye William J ames en The Varieties of Religious Experience (New York 1961) a la experiencia mística, pero existirán elementos «cercanos» en el poema que anali­ zaremos al final del «recorrido» por estos textos poéticos. 75 C ousins , o. c., 167.

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