PS_NyG_2001v048n001p0203_0230

DEL SUEÑO AL VUELO HACIA DIOS., 219 tica y religiosa?... ¿No era uno el hombre y el poeta, en conclusión? Una de las aproximaciones productivas al examinar con amplitud la propuesta religiosa (concretamente de la teología cristiana) y el arte en general es, según Dixon 49, que «comparten un esta tu to común (la cursiva negra, nuestra) como procesos de una imaginación cons­ tructiva , pero cada una desarrolla su propia cuenta responsable de la realidad ». Este autor distingue el dominio de la ilusión de seiscien­ tos años de duración —de 1300 a 1900—, señalando que se pasó de crear Giotto objetos que moviesen a la ilusión , a crear Cézanne ilu­ siones transmutadas en objetos, basta que la extinción incluso del intento de descripción de ilusión y de dar cuenta teológicamente del arte lleva a hacerla antropología y psicología 50. HERMANAMIENTO DEL DISCURSO POÉTICO Y EL RELIGIOSO Pero ¿dónde coinciden o se juntan el discurso poético y el reli­ gioso? La religiosidad vendrá como sutilmente sobreimpuesta, como otra dimensión —acaso anterior y trascendente— que se contiene al principio en el descrito procedimiento de leer en la superficie, en la piel de las criaturas y de los sucesos humanos. Una simple defini­ ción de poesía religiosa es la poesía que habla a nuestros corazo­ nes, da luz a nuestra pena y dice la verdad 51. Un extraordinario ejemplo temático indirecto de esta poesía está en el poema titulado «Seno agradecido»52, en el cual el poeta parece dirigirse a un ateo, que deja de serlo a través de la paternidad: No cretas en Dios hasta arrancarle el milagro tan tierno 49 James W addell - E. W. D illistone (edits.), Art an d Religión as Communica- tion (Atlanta, Georgia: John Knox Press, 1974) 9; John W. D ixo n , Jr., The Way Into Matter, 19-22. 50 Ibid., 19-22. 51 Ram sey, o. c ., 4. 52 M ieza , Y las cosas me hablaron (Santander: El Santo, 1984) 113. La materni­ dad es tratada en varias ocasiones por el poeta: Y las cosas me hablaron, o. c., 26. En la escuela del día, o. c., 111.