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DEL SUEÑO AL VUELO HACIA DIOS.. 213 riana —fuente de poesía moderna— en su trágica sensación dualis­ ta, expresada en Jou rn au x Intimes, como señala Wallace Fowlie, de horror y éxtasis desde n iño27. El poeta franciscano, en cambio, sin tener que conciliar opuestos, nos ofrece su compañía para caminar «por la escu ela d el día», para viajar en el tren de la vida, contem­ plando (admirando), y para exaltarse ante la luz que quiere repartir como romero testigo del alba. Pero no es viajero que busca lo desconocido sin saber el punto de llegada, ni va con la tristeza de cierta tradición de la poesía cató­ lica 28. De hecho sólo hemos visto un poema triste en las cuatro obras que consideramos para este trabajo, el titulado «Pastor de cien ideas», donde hablará de «la loba-melancolía», a quien matará la ale­ gría del canto 29. Trata, cómo no, sobre el propio camino en «Caminar» 30 y en «Quién»31, en donde habla de «hacer sendero». IDENTIDAD El tema de la identidad se encuentra en el muy original poema titulado «Buenos días a mí mismo» 32, donde, cambiando de la segunda a la primera persona, se interpela y hará uso del pretérito imperfecto para prorrumpir, entre exclamaciones: «¡Pero e r a a m í a qu ien buscaba!». Rematará añadiendo la siguiente reflexión poética 33: 27 Wallace F o w lie , «Catholic Orientation in Contemporary French Literature», en Spiritual Problems in Contemporary Literature (New York: Harper and Row Publishers, Harper Torchbooks, 1965) 233. 28 Todo lo contrario: la poesía miezana rebosa alegría como puede constatar­ se en los siguientes pasajes: De hecho sólo hemos visto, en las cuatro obras que consideramos para este trabajo, un poeta triste, el del texto citado. 29 M ieza , En la escuela del día, o. c., 113. 30 Ibid., 20. 31 Ibid., Ya sé p or dónde pasas, o. c., 65. 32 Ibid., En la escuela, o. c., 105. 33 Ibid., 106.

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