PS_NyG_2001v048n001p0167_0200

172 MODESTO BERCIANO Algo semejante sucede en el caso de Judit después de dar muerte a Holofernes: «Fue ilustre en todo el país por toda su vida ( Kara tóv KdLpóv au rff^ y ló. También para ella se crea una situación nueva y oportuna mediante un hecho histórico, una situación que dura toda la vida. En otros casos las circunstancias son guerras, en las que los judíos y romanos se comprometen a luchar según lo exijan aque­ llas; o bien situaciones de pobreza o de abundancia: «En tiempo de riqueza acuérdate del tiempo de hambre; y cuando seas rico, de la pobreza e indigencia. De la noche a la mañana cambia la situación, ante el Señor todo pasa de prisa»17. C ) T iempo de la acción hum ana En varios de los casos indicados se trata ya de momentos o cir­ cunstancias para obrar. Este significado de momento o de circuns­ tancias para la acción humana tiene una particular importancia, como ya sucedía en la literatura griega. La acción tiene a veces carácter decisivo. Así lo ve Judit en la oración que eleva a Dios poco antes de dar muerte a Holofernes: «Señor, Dios Todopoderoso, mira ahora benévolo lo que voy a hacer para exaltación de Jerusalén. Ha llegado el momento (or¿ vvv Kdipóo) de ayudar a tu heredad y de cumplir mi plan»18. Es un momento planeado y esperado por la misma Judit; un momento que ella parece considerar como su misión personal, como «el» momento decisivo de su vida. Así resultó ser. Fue la acción 16 Jdt 16, 21. 17 Eclo 18, 25-26; cf. I Mac. 8, 25.27. 18 Jdt 13, 5.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz