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194 MODESTO BERCIANO parecerían confirmar la tesis de Luz. Pero éstas serían ocasionales; en Pablo se supondría la historia. En particular en Rom 9-11: «La noción de historia no es suprimida, sino que Pablo insiste en el hecho de que la acción de Dios es salvífica en la historia de los hombres, en la medida en que hay en los hombres una res­ puesta de fe»98. Un punto muy importante para dilucidar esta cuestión sería ver cuál es la naturaleza del tiempo «intermedio», que va desde el hecho de Cristo hasta la parusía final. Este tiempo de fe y de espe­ ranza ha de ser valorado; y, por otra parte, no ha de ser mal inter­ pretado: La salvación de Cristo, recibida ahora y todavía por terminar, conlleva una tensión que no hay que disminuir ni tergiversar. Y se puede hacerlo de dos maneras: No valorizando suficientemen­ te el ‘ya ahora’, esperándolo todo de la conclusión final..; y por otra parte se puede tergiversar o disminuir la tensión... mediante una insistencia en el tiempo presente, del cual se corre el riesgo de hacer una adquisición de una vez por todas " . A este nuevo Kmpóc; como nueva época se refiere Pablo en otros lugares de la misma carta; como cuando dice que los padecimientos del tiempo presente no son nada, en comparación con la gloria futu­ ra 10°. O cuando exhorta a los gálatas a hacer el bien mientras tie­ nen la oportunidad 101. Este mismo sentido de nueva época o nuevo tiempo presenta cuando habla Pablo de la relación entre Dios e Isra­ el. En el presente tiempo (y w Kaipó c) queda aún un resto, por elec­ ción gratuita»102. En un conocido lugar de la Carta a los Corintios , Pablo afirma la brevedad de este tiempo nuevo o de esta nueva época: 98 J. C am bier , L’histoire et le salut dans Rm. 9-11, p. 247. 99 Ibid., p. 250. 100 Rom 8, 18. 101 Gál 6, 10. 102 Rom 11, 5.

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