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KAIFÓZ. SUPERACIÓN DEL TIEMPO EN EL CRISTIANISMO 177 «Bienaventurada tú, tierra, cuyo rey es noble y cuyos gobernan­ tes comen a su debido tiempo, para refección y no para beber»29. Y en el Eclesiástico se dice: «El vino que se bebe a su debido tiempo {éu KaipcS) y con sobriedad es gozo del corazón y alegría del alma»30. En algún caso se afirma que saber aprovechar el momento oportuno para hablar es un don de Dios. Así en Isaías: «El Señor me ha dado lengua de discípulo para saber decir en el momento oportuno (¿v KaLpco ) una palabra de aliento al abatido»31. D) KmPÓZ , TIEMPO DE LA ACCIÓN DIVINA La novedad más importante que presenta el Kaipó c en la Biblia es su relación con la acción divina. En numerosos pasos del Anti­ guo Testamento KaipÓQ indica el momento de la acción divina, que es resultado de una decisión suya. Esto se puede referir tanto al orden de la historia como al de la creación. A ambos se refiere el paso del libro de Daniel: «Él cambia los tiempos y las estaciones (/caipou c Kal XP¿~ vovo), destrona y entroniza a los reyes»32. Y de modo general, parece que en el orden de la creación, afirma el Eclesiastés: 29 Ecl 10, 17. 30 Eclo 31, 28. 31 Is 50, 4. 32 Dan 2, 21. Tampoco aquí hay uniformidad en las traducciones. A lo nso S chóckel traduce «tiempos y estaciones»; la Biblia de Jerusalén: «períodos y tiempos», etc. Aquí no tiene mayor importancia, ya que lo que queremos indicar es que Dios es el autor del cambio.

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