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ALGUNOS ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE LA SANTIDAD. 123 voluntad fuerte: continuamente escuchaba a los que le necesitaban, olvidándose de sus «derechos», incluso de comer y descansar (mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre; el Hijo del hombre no tiene dónde apoyar la cabeza) (cf. Mt 5, 6); tenía poder de intros pección: leía los pensamientos y los corazones; no le importaba la opinión de los demás; comía con prostitutas, pecadores y publica- nos, porque vino a esta vida como médico para los enfermos, no para los justos (cf. Mt 9, 13; Le 19, 10); manso humilde, puro de corazón, hablaba con autoridad porque dijo todo aquello que ha oído del Padre (cf. Jn 14, 15). «Porque en Él reside toda la plenitud, y vosotros alcanzaréis la plenitud en Él, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potes tad »(Col 2, 10). La figura humana de Cristo es la más completa de la humani dad, Él es el hombre perfecto. Considerando el concepto de carácter como el conjunto de dis posiciones psíquicas congénitas de cada individuo, y postulando que las trazas del carácter presenten variaciones regulares y conti nuas, dejando atrás los polos opuestos como, por ejemplo, emotivo y no emotivo, nos encontramos con diversas clasificaciones según la ciencia psicológica. Podemos seguir tres propiedades fundamen tales del carácter: emotividad, actividad y el grado de persistencia de las impresiones o representaciones vividas. La caracteriología alemana privilegia los factores congénitos respecto a los ambientales y adquiridos de la conducta humana y es opuesta a los sistemas anglosajones sobre todo al comporta- mentismo 29. El temperamento es la índole. «Quale risulta del complesso delle condizioni del corpo e delVanimo degli umori secondo la vecchia medicina: linfático, melanconico, flemmatico, calmo, accensibile, cupo *30; el temperamento sería la componente psicológica estable 29 Ver el vocablo «Caratteriologia», en Enciclopedia Garzanti di Filosofía e Psi cología, o. c., p. 123. 30 Ver «temperamento», en Vocabulario della lingua italiana, Zingarelli, Bologna 1955, p. 1585. Traducción personal: «Como resultado del conjunto de condiciones del cuerpo y del ánimo de los humores según la vieja medicina: linfático, melancólico, fle mático, calmo, excitable, triste»; ver Dizionario di Psicología, Paoline, Milano 1975.
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