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LAS EXPERIENCIAS FUNDAMENTALES Y SU RELACIÓN. 93 nente de la vida personal en su autenticidad (esto es ahora el «ori­ gen» para Heidegger) está amenazada constitutivamente, desde su propia estructura, por el alejamiento y la dispersión con respecto a sí misma en favor del mundo ( Welt) y lo «inmediato y regular» —por emplear una expresión que aparecerá una y otra vez en Ser y tiempo )— es que la vida se comprenda a sí misma en y desde las relaciones con aquél. Esta presentación de la vida como cargada simultáneamente con dos posibilidades, pero tendente con regularidad a una deter­ minada, conlleva algunas dificultades de consideración con respecto a una ciencia acerca de ella. Si, por una parte, el trabajo filosófico ha de tomar como punto de partida una cierta comprensión previa que la vida ofrece de sí misma al que la vive en cada caso y, por otro lado, esa información previa de carácter atemático tiende a ofrecer una imagen distorsionada, entonces el proyecto hermenéuti- co-fenomenológico se encuentra ante un serio obstáculo. La ciencia filosófica, tal como Heidegger la entiende, no puede iniciarse apo­ yándose en algo que, si bien está dado inmediata y previamente, proporciona una imagen nebulosa y deformada. Expresado de otro modo y contando con la idea de que la hermenéutica fenomenolo­ gica de la facticidad de los primeros años veinte tiene ya en su núcleo un alto potencial ontologico 4, cabe decir que la interpreta­ ción filosófica no puede comenzar con algo que ofrece distorsiona­ do el ser propio de la vida. En este sentido su labor ha de encau­ zarse en una dirección contraria a la comprensión habitual y cotidiana. Un lugar avanzado de Ser y tiempo ofrece la cristalización completa de esta idea; Heidegger habla en él de una «tendencia peculiar al encubrimiento» del ser del Dasein sosteniendo además que este ser se ha de conquistar «en contra» de la mencionada ten­ dencia. Este movimiento contracorriente, que tiene lugar ahora en el plano existencial, tiene su correlato en el nivel existenciario: «El análisis existenciario tiene por ello permanentemente el carácter de algo violento para las pretensiones, la suficiencia y el hecho de ser inaugurado diez años antes. Cf. Mariano Á lvarez G óm ez, «Responsabilidad, perspecti­ va ética de Ser y tiempo », en Cuadernos Salmantinos de Filosofía, 17 (1990) 182. 4 Cf. Ramón R o d rígu ez, La transformación hermenéutica de la fenomenología. Una interpretación de la obra temprana de Heidegger, Tecnos, Madrid 1997, p. 134s.

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