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LAS EXPERIENCIAS FUNDAMENTALES Y SU RELACIÓN.. 111 5. LA TRANSPARENCIA DE LA SITUACIÓN HERMENÉUTICA Hemos recorrido el camino que se inaugura con la comprensión previa que la vida tiene de sí y llega —al menos en lo que afecta a su justificación fenomenológica— hasta las experiencias fundamenta­ les como apoyo y dirección permanente del proyecto hermenéutico. La necesidad de apelar a ellas vino dada al constatarse que la orienta­ ción previa obtenida de la vida era inadecuada, se caracterizaba por proyectar una imagen distorsionada y deformada de sí y, por tanto, no era ni mucho menos capaz de erigirse en guía de la hermenéutica de la facticidad. Desde esta perspectiva, la acción de las experiencias fundamentales está contribuyendo decisivamente a que la situación en la que la interpretación empieza a tomar forma sea adecuada, apropiada y quede justificada. Durante el período de Friburgo este marco recibe el nombre de «situación hermenéutica» y desempeña un papel muy importante en casi todos los cursos. Para obtener algunos datos sobre este punto de partida esclare­ cido, mantenido en su transparencia por medio de las experiencias extraordinarias y que, por tanto, no comparte con la vida su ten­ dencia desfiguradora, el semestre de invierno de 1921-22 (P h än o ­ m en o log isch e In terpretation en zu Aristoteles) continúa siendo el texto de referencia. Allí se encuentran expresiones muy claras de la exigencia acerca de que la situación en la que se va a desenvolver la actividad interpretativa de la vida se haga comprensible y trans­ parente a sí misma. En las clases iniciales, a modo de advertencia de cuál es una de sus pretensiones recurrentes, Heidegger dice que «lo decisivo es la formación radical y clara de la situación herme­ néutica como la maduración de la problemática filosófica misma»34. Esto implica, claro está, que la tarea fundamental para que el pro­ yecto de la hermenéutica de la facticidad pueda iniciar su avance es que la situación de salida se mantenga al margen de la brumosidad imperante en la comprensión previa que la vida proporciona. Es importante acentuar también que el aclarado del punto de partida no se puede considerar únicamente y de manera exclusiva como una fase preparatoria de lo que Heidegger está denominando en este momento la «problemática filosófica misma». Más bien la madu- 34 Phänomenologische Interpretationen zu Aristoteles, o. c., p. 3.

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