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92 PABLO REDONDO SÁNCHEZ tas corrientes, de las que saca partido y a las que simultáneamente critica, como la filosofía de los valores, la fenomenología, el interés creciente por Dilthey, las filosofías de la vida, etc. De la conjunción de diversos aspectos de este elenco de propuestas se puede extraer la pretensión fundamental que dirige estos cursos: la elaboración de una ciencia, además originaria (Urwissenscbalft) de la vida (Leben), considerada ésta a su vez como un fenómeno originario. En este plan­ teamiento se puede encontrar algo que será decisivo, con las consi­ guientes transformaciones, en el posterior desarrollo del proyecto de una ontologia fundamental: el sustento de la interpretación filosófica en el hecho de que la vida ofrece una comprensión atemàtica e inme­ diata de sí, siendo tarea de la primera repetir2 esta comprensión sin modificarla sustancialmente ni desfigurarla. Al mismo tiempo es algo recurrente en las primeras lecciones la idea de que la estructura intencional de la vida —se puede hablar en estos términos ya que Heidegger la analiza con un esquema trià­ dico claramente intencional compuesto por el sentido de referencia (Bezugssinn), de ejecución (Vollzugssinn) y de contenido (Gehalt- sinn )— se debate permanentemente entre dos posibilidades, desen­ volverse en lo que se denomina su «esfera originaria» o, por el con­ trario, alejarse de ella, perdiéndose y dispersándose. Tal esfera ha de entenderse en relación con un fuerte componente personalista, confirmado por la preocupación constante de estos años por llevar adelante el proyecto de un «hombre esencial» 3. La ejecución perma- 2 «“Repetición”: de su sentido depende todo. La filosofía es un modo funda­ mental de la vida misma, de tal manera que ella la repite auténticamente en cada caso, la arranca de la caída y este arrancar mismo, como investigación radical, es vida». Phänomenologische Interpretationen zu Aristoteles, Gesamtausgabe (GA) 61, semestre de invierno de 1921-22, editado por Walter B röcker - Kate B röcker -O lt - manns , Vittorio Klostermann, Frankfurt am Main 1985, p. 80. Si no se indica lo con­ trario, las traducciones son nuestras. 3 En el primer curso que impartió en Friburgo, al comienzo del mismo, como si de un gesto programático para esta época se tratase, Heidegger cita a Silesius y su invocación a llegar a ser esencial. Cf. «Die Idee der Philosophie und das Weltans­ chauungsproblem», en Zur Bestimmung der Philosophie, GA, 56-57, editado por Bernd H eimbuchel , Vittorio Klostermann, Frankfurt am Main 1987, p. 5. Mariano Álva- rez ha destacado el papel de la figura del «hombre esencial» refiriéndose en este caso al curso del año 1929-30 (Die Grundbegriffe der Metaphysik), que hay que conside­ rar en cierto modo como el que pone fin al período de la filosofía de Heidegger

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