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LAS EXPERIENCIAS FUNDAMENTALES Y SU RELACIÓN. 105 paso inicial estaría teñida ya teoréticamente y este hecho sería determinante para el resto de la investigación. Heidegger está sos­ teniendo así que aquello que la reducción pone entre paréntesis ha sido ya interpretado de un modo muy concreto con el fin de poder llevar a cabo esa actividad. De esta manera, aunque se pueda hablar de reducción en los dos autores, las direcciones en las que ésta se lleva a cabo quedan invertidas, ya que lo que Hei­ degger quiere dejar entre paréntesis es precisamente lo que cons­ tituye el centro de atención de Husserl. Considerando esto algo más detenidamente, lo que queda sus­ pendido en el caso del primero son las tendencias habituales y regula­ res del movimiento de la vida cotidiana que, como se ha insistido ya en numerosas ocasiones, se comprende a sí misma de un modo defor­ mante. Pero esta operación no se realiza adoptando una actitud dife­ rente a la de la vida misma en su cotidianeidad para considerarla «esté­ ticamente» 25 —como Heidegger critica en alguna ocasión— , sino para ganar una nueva relación con las circunstancias particulares de la vida dentro de ella misma. Así pues, las experiencias fundamentales ponen en cuestión desde dentro (como momentos ejecutivos de la vida que son) el modo inmediato en que ésta se comprende a sí misma. En este sentido sí suponen una suspensión del discurrir habitual y al mismo tiempo, ejerciendo esta actividad desde el interior, actúan como con­ trapeso, como compensación a la fuerza de la caída, del arruinamien­ to o del derrumbe, términos ya mencionados. No se suman a la movi­ lidad propia que la vida tiene hasta ese momento (la dispersión en el mundo), sino que ofrecen una fuerte resistencia a ella. En una nota del apéndice del curso de verano de 1923 (Onto- logía. Hermenéutica d e la fa cticid ad ), el último impartido en la pri­ mera etapa de Friburgo, Heidegger escribe unas palabras que, a pesar de su carácter parcialmente fragmentario, contribuirán a enten­ der lo tratado hasta este momento: concernientes a lo que Heidegger denominaba la «ilusión fenomenológica». Sobre el mismo tema, cf. también I. F e h é r, «Phenomenology, Hermeneutics, Lehensphilosophie: Heidegger’s Confrontation with Husserl, Dilthey and Jaspers», en T. K isiel - J. van B u re n (eds.), Reading Heidegger from the Start: Essays in his Earliest Thought, o. c., p. 86. 25 «Anmerkungen zu Karl Jaspers, Psychologie der Weltanschauungen-, o. c., p. 23 .

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