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LAS EXPERIENCIAS FUNDAMENTALES Y SU RELACIÓN. 103 Debido a su carácter excepcional son experiencias situadas en el filo y por ello se puede decir que tienen un efecto ambivalente. Por una parte, proporcionan la ganancia de una nueva perspectiva, la de la facticidad desnuda como un elemento último para el que no cabe buscar fundamento, la del hecho de que se es de ese modo sin que tampoco quepa posibilidad de rebasar esta circunstancia, etc. Simultáneamente, por otro lado, al haber mostrado estos hechos tal cual son, desprovistos de toda la protección que concedía el mundo como pequeña compensación a haber asumido el mando sobre la vida, estas experiencias pueden llegar a provocar una cier­ ta desazón. Resulta fácil suponer que esta segunda vertiente es la que ha dado motivos para elaborar discursos preferentemente exis- tencialistas que tienen su base en la filosofía de Heidegger, ya que el concepto de experiencia fundamental está encaminado a concre­ tarse en el de «angustia» (Angst), si bien permaneciendo estrictamen­ te en el marco de los cursos de Friburgo no se puede anticipar esta evolución posterior20. En todo caso, respecto a la hermenéutica de la facticidad este aspecto cercano al existencialismo no juega un papel destacado, por lo que interesa fundamentalmente retener el primero al que se ha aludido. 4. LA REDUCCIÓN A LO FÁCTICO Si las experiencias fundamentales tienen la capacidad de situar a la vida en cada caso frente a su propia facticidad y si esto es el 20 Esto no quiere decir que la angustia no este presente en los años 1919- 1923, lo que ocurre es que su lugar sistemático no está ni mucho menos definido, en comparación con el que tiene en Ser y tiempo. Así, en uno de los cursos dedica­ dos a la fenomenología de la vida religiosa, Heidegger ya había aludido a ella, aun­ que de un modo algo oscuro al tratarse de una nota suelta. Cita unas palabras de Kierkegaard: «La angustia descubre el destino», pertenecientes a El concepto de angustia. Desde aquí se puede empezar a intuir lejanamente uno de sus intereses fundamentales en el fenómeno de la angustia: su capacidad de descubrimiento y de revelación. Es preciso llamar la atención, además, sobre las palabras que siguen a esa cita: «La experiencia de la angustia carente de toda dirección. Ninguna dirección a partir del sí mismo propio. La angustia misma dirige [...] libre de preferir significa- tividades mundanas. El «estar temeroso de ellas» es curado en la angustia». Augusti­ nus und der Neuplatonismus, o. c., pp. 268/168 de la traducción española.

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