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72 IGNACIO JERICÓ BERMEJO Recuerda Báñez al respecto que puede uno ser poseedor de fe implícita en Cristo sin necesidad de predicador alguno, pudiendo justi­ ficarse además por esa fe según una probabilísima sentencia. Pero es cierto también que esto lleva a la consecuencia de que el hecho de no haber escuchado a predicador alguno podría implicar pecado de infidelidad si quien recibió una vez la fe, y quedó justificado por la misma, rechazara la fe implícita de Cristo y la explícita de Dios como el justificador y remunerados También pecará con el mismo pecado ciertamente quien no quiere recibir esa fe cuando queda inclinado interiormente por Dios con insistencia para que la acepte. Se cumple entonces en él lo referido de los impíos al decir a Dios que se aparta­ ra de ellos, ya que no querían la ciencia de sus caminos 15. También halla lo anterior confirmación en que Dios a nadie obli­ ga a lo imposible. Constituye ciertamente una imposibilidad que el hombre conozca con la luz natural su condición de hijo de la ira por el pecado original, así como que Dios es el justificador del impío. Son éstas realidades tenidas por la sola fe, lo cual hace imposible que, antes de que tales verdades le sean reveladas al hombre sobre­ naturalmente o de que se le propongan por medio de un predicador idóneo con la ayuda interior de Dios por cierta inclinación sobrena­ tural, exista pecado de infidelidad. Queda, por el contrario, excusa­ do del todo el hombre por su ignorancia invencible 16. Esto se prue- ret eis artículos fidei, ergo [el texto añade, al parecer equivocadamente: non] excu- sabuntur a peccato infidelitatis. Sed tamen aduertendum est, hanc rationem nou parí modo concludere hanc conclusionem sicut priorem. Nam locus ille Iohan. 15. ad literam intelligitur de peccato, quod commiserunt Iudaei non recipientes lesum tan- quam verum Messiam». 558. 15 «Caeterum etiam sine praedicatore potest aliquis habere fidem implicitam Christi, per quam iustificetur secundum probabilissimam sententiam, ac per quam iustificetur secundum probabilissimam sententiam, ac per consequens absque aliquo praedicatore poterit aliquis peccare peccatum infidelitatis reijciendo fidem implici­ tam Christi et explicitam Dei iustificatoris et remuneratoris, quam semel suscepit, et per quam fuit iustificatus; aut certe idem peccatum peccabit nolens talem fidem reci- pere, quando interius Deo inspirante sufficienter instigatur, vt talem fidem recipiat. Et de huiusmodi homine resistente verificabitur quod de impijs dicitur, qui dixerunt Deo; Recede a nobis, scientiam viarum tuarum nolumus». 558. 16 «Et confirmatur. Quia Deus neminem obligat ad impossibile; sed impossibile est, quod homo lumine naturali cognoscat se esse filium irae propter originale pec­ catum, et Deum esse iustificatorem impii: haec enim sola fide tenentur, ergo ante- quam huiusmodi veritates supernaturaliter reuelentur homini, aut proponantur vel