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78 IGNACIO JERICÓ BERMEJO parte, se incurriría en el error pelagiano. De todas formas, se ha de reconocer que cabe un sentido que coloca como buena dicha con­ secuencia. Es decir que es algo que tiene lugar cuando el hombre ha sido prevenido del auxilio sobrenatural y hace lo que está de su parte, no siendo entonces la causa de la iluminación divina la dis­ posición del hombre, la cual previene a la iluminación divina, sino que es, por el contrario, la iluminación divina la que realiza la exis­ tencia de semejante disposición 24. ¿Qué se responde al testimonio de santo Tomás aducido en el mismo argumento? La contestación es que el Doctor Angélico habla expresamente de los discípulos que siguen las opiniones de los maestros. Nadie se excusa ciertamente si sigue una opinión errónea de su maestro en asuntos pertenecientes a la fe y a las buenas costumbres. En caso contrario quedarían inmunes de peca­ do los seguidores de las opiniones de Arrio y de Nestorio. Lo mismo les ocurriría también a los seguidores de los otros heresiar- cas. Habla consiguientemente santo Tomás, por tanto, de los que tienen noticia suficiente del Evangelio. En este sentido trae el tes­ timonio de san Agustín de que se debe consultar la regla de fe percibida desde los lugares clarísimos de las Escrituras y desde la autoridad de la Iglesia. Báñez admite la posibilidad, de todas for­ mas, de que hubiera algunas personas que tuvieran ignorancia invencible de los asuntos de la fe y, pese a ello, quedaran justa­ mente condenados por los pecados cometidos contra la ley natu- 24 «Ad tertium argumentum respondetur, negó antecedens. Ad probationem respondetur, quod ignorantia propter culpam dupliciter potest intelligi. Vno modo vt ipsa ignorantia sit poena peccati. Altero modo quod ipsa ignorancia sit specialis culpa. Priore modo possumus asserere, quod omnes qui habent ignorantiam fidei, sua culpa ignorant: quia propter suam culpam saltem originalem digni sunt, qui derelinquantur a Deo in suis tenebris: sed posteriore modo non omnes sua culpa ignorant. Et ad argumentum in forma: si facerent quod in se est servando legem naturae, vel proponendo servare quantum in se est, Deus illuminaret illos, ergo sua culpa ignorant. Respondetur, quod in hac consequentia latet anguis in herba. Nam si sit sensus, quod facere quod in se est ex viribus naturae est dispositio sufficiens, vt Deus illuminet peccatorem , error est Pelagianus. Si autem sit sensus bonam esse hanc consequentiam; si iste homo facit quod in se est praeueutus supernaturali auxi­ lio, Deus illuminabit illum; vera doctrina est: sed nou est sensus, quod causa illumi- nationis diuinae fuerit dispositio hominis praeveniens illuminationem diuinam: sed potius vice versa divina illuminatio effecit talem dispositionem». 560-561.

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