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DIOS A IMAGEN DEL HOMBRE 27 a Moisés: ‘Háblanos tú, y te escucharemos; pero que no nos hable Dios, no muramos’» (Éx 20, 18-19). «Mientras Samuel ofrecía el holo causto, se acercaron los filisteos para atacar a Israel; pero Yahvé hizo tronar muy fuertemente aquel día sobre los filisteos y los puso en derrota, siendo batidos por los hijos de Israel» (1 Sam 7, 10). Los tex tos podrían multiplicarse. • Los relámpagos son considerados com o sus fle c h a s o dardos: «Lanzóles sus saetas y los desbarató, fulminó sus muchos rayos y los consternó» (Sal 18, 15). «Arrojaron las nubes torrentes de aguas, y dieron los nublados su voz y volaron sus saetas» (Sal 77, 18). «Y se hará ver sobre ellos Yahvé, y lanzará sus rayos como dardos, y sona rá el Señor Yahvé la trompeta, y marchará como los torbellinos del austro» (Zac 9, 14). • El fu e g o d el cielo es su alien to ardiente o su lengua abrasa dora: «Subía de sus narices el humo de su ira, y de su boca fuego abrasador, carbones por él encendidos» (Sal 18, 9). «He aquí el nom bre de Yahvé, que viene de lejos. Arde su cólera, es un violento incendio. Sus labios respiran furor, su lengua es como fuego abrasa dor» (Is 30, 27). • Su respiro p rofundo es com o torrente desbordado: «Su alien to es como torrente desbordado que sube hasta el cuello para cri bar a las naciones en la criba de la destrucción y poner bozal de engaño a las mandíbulas de los pueblos» (Is 30, 28). El modo concreto como era contemplada la majestad divina en estos acontecimientos la pone de relieve de forma única la teofan ía d e l S in a í (Éx 19, l6ss.; 20, 18-19: los textos concretos han sido ya mencionados). • Es normal que, junto a los fenómenos descritos en ella, sean narrados otros d e c a r á c te r volcán ico: «Porque desde hace mucho tiempo está preparado un Tófet, que está también destinado al rey. Honda y ancha es la hoguera, en la que no falta paja y leña, que el soplo de Yahvé va a encender como torrente de azufre» (Is 30, 33: «Tófet», que puede significar «quemadero», es el lugar del valle de Ben Hinnom en el que se sacrificaba a los niños por el fuego a Mólek) y que la teofanía misma haya sido enriquecida con elemen tos similares de procedencia diversa. Así ocurre en Is 19, 5-6: «Pero la muchedumbre de tus enemigos será como fino polvo; la turba de
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