PS_NyG_2000v047n002p0779_0835

826 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ les, y esto ha sido concedido a toda la humanidad, y no a un peque­ ño núcleo de privilegiados. «¿Por qué tienen los ricos muchos siervos? Pues es como en los vestidos y en la mesa sólo se ha de mirar al uso, así también en los esclavos. ¿Qué necesidad hay de ellos? Ninguna absoluta­ mente. Convendría que un solo amo no tuviera más de un escla­ vo, o mejor, que dos o tres amos, un solo siervo. Si esto te pare­ ce difícil, piensa en los que no tienen ninguno, y, sin embargo, disfrutan de un servicio más fácil y expedito, pues Dios nos hizo de modo que cada uno se baste a sí mismo e incluso sirva para el cuidado del prójimo. Si no lo crees, escucha las palabras de san Pablo: “A mis necesidades y a las de los que están conmigo han proveído estas manos mías” (Hch 20, 34). Así, el que fue el doctor de todas las naciones y digno de los cielos no se sonroja­ ba de proveer a muchos; mas tú estimas vergonzoso si no vas rodeado por una turba de esclavos, y no sabes que esto es preci­ samente lo que te deshonra»119. Para san Juan Crisóstomo el criterio es que, si Dios ha hecho al hombre capaz de ser autónomo, no tiene ninguna razón de ser que un hombre utilice a otro para su propio beneficio. El hombre, por su propia naturaleza, posee los recursos necesarios para subsistir. El hecho de que en la práctica haya una casta de siervos es fruto del pecado. Con todo, el autor, de una manera sumamente pedagógica, deja una puerta abierta, entendiendo que si no hubiera posibilidad de redención, y fuera necesario poseer esclavos, se debería tener solamente alguno. Podría ser que, con esta actitud, intentase atraer a algunos a la comunidad. 119 «Cur enim multos habet ministros? Sicut enim in vestibus et in mensa solus usus est attendendus, ita etiam in ministris. Quis est ergo usus? Nullus penitus: uno enim famulo unum dominum solum uti oporteret, vel potius duos et tres dominos uno famulo. Si autem hoc est grave, cogita eos qui nullum habent, faciliori autem et expedition fruuntur ministerio: Deus enim fecit eos qui sufficerent suo, imo vero et proximi ministerio. Si autem non credis, audi Paulum dicentem: “Necessitatibus meis, et iis qui mecum sunt, ministrarunt hae manus” (Act 20, 34). Siccine totius qui- dem orbis doctor et dignus caelis non erubescebat ministrare innumerabilibus; tu autem turpe esse ducis, si non circumferas multos greges mancipiorum, nesciens quidem hoc esse quod te maximo afficit dedecore?**: J u an C r isò st o m o , Epist. I ad Corinthios, hom. 40, 5 (PG 61, 353s).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz