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824 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ dice el apóstol, Dios no se arrepiente de sus dones” (Rom 11, 29). No es, pues, de pensar quiera Dios reducir a servidumbre la natu­ raleza, cuando siendo nosotros voluntariamente esclavos del peca­ do Él nos llamó de nuevo a la libertad. Si, pues, Dios no esclaviza al libre, ¿quién osará poner su propio poder por encima del poder de Dios? ¿Y cómo será ven­ dido el que impera sobre toda la tierra y sobre cuanto hay en la tierra? Porque necesario es de toda necesidad que, con el vendi­ do, se venda todo lo que tiene. ¿En cuánto estimaremos todo lo que hay sobre la extensión de la tierra? Y si eso es inestimable, ¿qué valor, dime, tendrá el que está sobre todo eso? Aunque dije­ res que el mundo entero, no has dicho el precio justo. El que conoce cabalmente la naturaleza humana no dijo que el mundo entero fuera cambio digno que pudiera darse por el alma del hombre (cf. Mt 16, 26). Así, pues, cuando el hombre se pone a la venta, no otra cosa se lleva al mercado que al señor de la tie­ rra. Luego, juntamente con él, habrá de darse bando de venta de la creación entera, que le pertenece. Y la creación es la tierra, y el mar, y las islas, y cuanto en ellas hay. ¿Qué pagará, pues, el comprador? ¿Qué recibirá el vendedor, dado que ha de añadirse al contrato tamaños bienes? Mas un breve librillo, un contrato escrito, unos óbolos contados te hacen erróne­ amente pensar que eres dueño de la imagen de Dios. ¡Oh demen­ cia! Si se perdiera el contrato, si la polilla royera las letras, si las borrara una gota de agua que cayera de cualquier parte, ¿dónde tendrías tú las prendas de la servidumbre? ¿Dónde estarían los títu­ los de tu señorío? Porque en el hecho de que el otro se te ha dado de nombre no veo otra cosa que el nombre»117. 117 «“Possedi enim servos et ancillas”. Quo, die, quaeso, pretio comparasti? Quid in rebus invenisti, quod huius naturae pretio responderet? Quod nummis aestimasti rationem? Quot obolos expendisti pro Dei imagine? Quot stateribus emisti quae a Deo facta fuit naturam? Dixit Deus, “Faciamus hominem ad imagi- nem et similitudinem nostram ”. Eum qui ad Dei factus est similitudinem, et qui universae terrae imperat, et qui omnium quae sunt supra terram potestatem a Deo est adeptus, die quis est qui vendat, quis qui emat? Solius Dei est hoe posse: imo vero ne ipsius quidem est, prope dixerim , Dei. “Sine poenitentia enim ” inquit, sunt “eius dona”. Non ergo Deus naturam redegerit in servitutem, qui etiam sua sponte nos peccati servituti addictos, assernit in libertatem. Si autem Deus id quod est liberum non redigit in servitutem ; quis est qui Dei potestati praefert suam? Q uom odo autem vendetur qui praeest universae terrae et omnibus quae sunt