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LA ESCLAVITUD EN EL MUNDO ANTIGUO 813 2 .2 .1 . San Agustín de Hipona San Agustín, como escritor prolífico que es, tiene numerosas observaciones en las que hace referencia a los esclavos. Sus textos abarcan una temática diversa, que va desde la afirmación de que todos somos libres y esclavos en Cristo, pasando por su tesis funda­ mental que será la afirmación de que el hombre es esclavo por el pecado, hasta la condena explícita de la servidumbre. En su comentario al salmo 99, llega al convencimiento de que el cristiano tiene que hacerse siervo de la caridad, reproduciendo la actuación concreta del Maestro. Habla de una esclavitud espiritual, que supera los parámetros humanos. Esto le lleva a entender la libertad como una exigencia radical que obliga al hombre a utilizar un comportamiento humano concreto, que se configura desde el servicio generoso y alegre, desde la donación total y recíproca. El creyente, siendo un discípulo fiel, se convierte en un hombre autén­ tica y plenamente libre. En definitiva, san Agustín no está haciendo otra cosa que asumir la doctrina paulina de la carta a los gálatas, donde el apóstol hace una comparación entre libertad y caridad. Así lo expresa él: «“Servid al Señor con alegría”. Libre es la esclavitud del Señor; libre la servidumbre, a la cual nos sujeta la caridad no la necesi­ dad. “Vosotros, hermanos — dice el apóstol— , habéis sido llamados a la libertad; pero no sea la libertad pretexto para servir a la carne, antes servios recíprocamente por caridad de espíritu” (Gál 5, 13). Siervo te haga la caridad, para que libre te haga la verdad»98. El amor permite al hombre la servidumbre, sin crearle traumas ni complejos, dejándole desarrollarse en plenitud de facultades, por­ que esa libertad le hace verdaderamente libre de todo tipo de ata­ duras y cadenas personales y sociales. 98 «“Servite domina in jucunditate”. Libera servitus est apud Dominum; libera servitus, ubi non necessitas sed caritas servit “Vos, inquit, in libertati vocati esos, fra- tres: tantum ne libertatem in occasionem carnis detis sed per charitatem spiritus ser- vite invicem” (Gal 5, 13). Servum te charitas faciat quia liberum te veritas fecit»: S an A g u stín , Enarrationes in Psalmos, Ps. 99, 7 (PL 37, 1275; CC SL 39, 283).

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