PS_NyG_2000v047n002p0779_0835

810 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ No es la esclavitud del cuerpo la que hace daño; la esclavitud del pecado es la verdadera y auténtica esclavitud del hombre. Los Padres mantienen el convencimiento de que la libertad verdadera del hombre reside en el poder de apartarse del yugo del pecado. Por eso algunos llegan a declarar que les es totalmente indiferente la condición de la esclavitud. Tertuliano es un buen ejemplo de esta manera de actuar; para él la condición exterior es tan indiferente y se centra tanto en la libertad interior que no duda en afirmar que se trata «de la misma libertad, por la cual nosotros [los cristianos] mori­ mos»89. Algunos Padres llegarán a afirmar que la esclavitud es útil, ya que se están refiriendo a un concepto patriarcal y espiritual, diverso de la servidumbre del mundo pagano 90. Es evidente que el ambiente de persecución y hostilidad que rodea a los primeros cristianos les lleva a recluirse y reforzar sus pro­ pios principios, como fuerza que les ayude a superar las adversida- 2, § 1 (PG 6, 442); S. Clem ente de A leja n d ría , Stromatum, lib. 4, c. 19 (P G 8, 1327ss.); S. G r e g o r io N acian cen o, Oratio, 19, 13 (PG 35, 1058s.); Carminum, lib. 1, Theologi- ca, sect. 2. Poemata moralia , v. 25s., 133s. (PG 37, 524.532); San Juan C risòstom o, In Epist. ad Ephesios, c. 6, hom. 22, § 1-2 (PG 62, 155ss.); In epist. ad Colossenses, cc. 3-4, hom. 10, § 1-2 (PG 62, 365ss.); In epist. I ad Timotheum, c. 6, hom. 16, § 1-2 (PG 62, 585ss.); In epist. II ad Tito, c. 2, hom. 5, § 3 (PG 62, 627ss.); San C ir ilo de A lejan d ría, Contra Iulianum, lib. 6 (PG 76, 815s.). Entre los latinos: T ertuliano , De testimonio animae, c. 5 (PL 1, 6l6s.); Apologe­ tic a adversus gentes pro christianis, 33-39 (PL 1, 449ss.); S. C ipriano , Epist. 59 ad Fidum, § 3 (PL 3, 1016); Epist. 76 ad Magnum, § 14 (PL 3, 1149); De opere elemosy- nis, § 25 (PL 4, 620); De bono patientiae, § 15 (PL 4, 632); L actancio , Divinarum Ins- titutionum, lib. 5. De iustitia, c. 6 (PL 6, 567s.); lib. 4. De vera sapientia, c. 15-16 (PL 6, 410ss.); lib. 6. De vero cultu, c. 9 (PL 6, 662ss.); S. A mbrosio , Expositio in Lucam, lib. 7 (PL 15, 1099ss.); Exhortatione virginitatis, 1. 1, § 2-3 (PL 16, 357); In I ad Corinthios, c. 7, v. 20-21 (PL 17, 220); c. 12, v. 12-13 (PL 17, 247); S. A gustín , Enarratio in Ps. 125, v. 7-8 (PL 37, 1667); De sermone Domini in monte, lib. 1, v. 59 (PL 34, 1260s.); De Civitate Dei, lib. 12, c. 21 (PL 41, 372); S. L eón M agno , De quadragesima, serm. 3, c. 3 (PL 54, 146); 7, c. 3 (PL 54, 159); 9, c. 3 (PL 54, 162); 12, c. 3 (PL 54, 170s.); De ieunio decimi mensis, serm. 1, § 2 (PL 54, 169); In Epip- haniae solemnitate, serm. 5, c. 3 (PL 54, 251); S. G regorio M agno , Liber pastoralis curae, p. 3, adm. 5 (PL 77, 56); I sidoro de S evilla , Sententiarum, lib. 3, c. 47-48 (PL 83, 717); Etymologiarum, lib. 5, c. 27 (PL 83, 213). 89 «... ipsam libertatem, pro qua mori novimus»: T e rtu lia n o , Ad nationes, lib. 1, § 4 (PL 1, 563; CCSL 2,16). 90 Este argumento será sacado de contexto y utilizado profusamente en la Edad Moderna, para justificar el negocio de la Trata.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz