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808 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ bres bajo su cargo. Lógicamente está haciendo mención a los solda­ dos pero también es posible que esté denotando algún otro tipo de referencia. Es más, en el versículo siguiente aparece el término SovÁco. La misma Biblia de Jerusalén no parece darle importancia a este deta­ lle. En el primer caso (Le 7, 7) traduce por siervo y, en el segundo (Le 7, 8), por criado. ¿No estará Lucas hablándonos de una nueva forma de configurarse la sociedad? Parece como si las relaciones y estratos sociales se midieran desde el encuentro con el Señor, desde la capacidad para acoger su palabra. Esto lo vemos confirmado en el v. 10, donde aparece nuevamente el término 8ov\ov. «Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se mar­ chó a un país lejano, donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino» (Le 15, 13). Aquí el evangelista nos presenta un nuevo término oLKérrjc:, que está marcado por la misma dificultad etimológica. En consonancia con la afirmación anteriormente expuesta. Está en referencia a la casa, a la servidumbre de la misma. Se refiere al esclavo o al criado doméstico. La Biblia de Jerusalén lo traduce por criado. Una vez más, Lucas parece no fijarse y darle importancia a este detalle. Pero el contexto parece que nos está indicando que se trata más exacta­ mente de un esclavo. La importancia está puesta en la relación con los dos señores y, por extraño que pueda parecer, Lucas habla de amar o aborrecer. ¿Es lógico este tipo de lenguaje en referencia al dueño? El servicio y la esclavitud nos vuelve a remitir a algo sor­ prendentemente novedoso. «Dícele: Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré» (Le 19, 22). En este caso nos volvemos a encontrar el término S o v X o q . El contexto nos permitiría traducirlo por cualquiera de los dos térmi­ nos. Es totalmente válida la traducción por siervo, que suele ser la más corriente ^lógica. Pero no sería incorrecto traducir por esclavo. En el contexto de la Antigüedad, como ya hemos indicado, era fac­ tible que un esclavo manejase el dinero de su señor y fuese el admi­ nistrador de sus bienes, y hasta que llegase a tener algunos bienes

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