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LA ESCLAVITUD EN EL MUNDO ANTIGUO 807 2.1.4. En el Evangelio d e Lucas Otro término utilizado en el Nuevo Testamento, y especialmen­ te por Lucas, es el de raZc. La traducción más correcta es criado. Se trata de un término genérico, que se aplicaba a toda la familia que estaba sometida al señor de la casa. El evangelista Lucas identifica n a lQ y S o váo q , alejándose de la interpretación más original del ámbito familiar. Se puede ver refleja­ do en diversos textos: «y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aque­ llo» (Le 15, 26). Lucas podría haber utilizado el término SovÁcc sin que hubiese variado el significado de la frase. Por otra parte, como apunta Büh- ner84, lo que distingue fundamentalmente al nal<z es la referencia a la casa. Está unido de manera inexorable a la misma y a todo el ámbito de relaciones que se crean y recrean desde ella. Así parece que Lucas no pone tanto el acento en su condición social sino en la referencia del ámbito en el que viven 85. «... por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuen­ tro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado» (Le 7, 7). En este caso, igual que en la parábola del hijo pródigo, podría­ mos sustituir TTáic. por S o vá c k . Quizás, en este caso, queda todavía más claro. En un centurión romano parece más que lógico que tuviera algún esclavo 8Ó. En el mismo texto, el centurión reconoce tener hom- 84 Cf. J. A. B ühner , «Pais», en Diccionario Exegético del Nuevo Testamento II, H. B alz - G. S chneider (dirs.), Salamanca 1998, 682-686. 85 Cf. A. O epke , «Pais», en Grande Lessico del Nuovo Testamento IX, 227. 86 «... por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: “Vete”, y va; y a otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace. Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y vol­ viéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: “Os digo que ni en Israel he encon­ trado una fe tan grande”. Cuando los enviados volvieron a la casa, hallaron al siervo sano»: Le 7, 7-10.

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