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TRINIDAD Y EUCARISTÍA EN EL AÑO JUBILAR 739 2. SIGNOS DEL JUBILEO 12 El Jubileo se inscribe en el tiempo, es una santificación del tiempo acotado sacramentalmente. Todo el tiempo es de Dios, cier­ tamente Él lo abarca todo, el día y la noche, los años y los siglos, porque es eterno, como abraza todo el espacio a lo ancho, a lo largo y a lo alto, y, sin embargo, hay espacios sagrados, reservados para Dios de un modo particular. Con la expresión ‘signos del Jubileo’ introducimos en el tiempo la estructura sacramental; en el discurrir del tiempo ha de haber, por tanto, ‘señales’ que remitan a la ‘pleni­ tud de los tiempos’, nos hagan presente o actualicen aquel ‘kairos’ único de la Encarnación, Muerte y Resurrección del Señor. La sacra- mentalidad implica sensibilidad, o sea, que la autocomunicación de Dios pueda expresarse y percibirse de alguna manera por los senti­ dos. Ahora bien, la percepción no es un acto abstracto, como acto humano ha de estar situada en el espacio y en el tiempo. El Jubileo es, sobre todo, la sacramentalización del tiempo, sin que esto supon­ ga desvinculación del espacio. Por eso, los ‘signos’ del Jubileo alu­ den al tiempo pero firmemente enraizados en la tierra. 2.1. LA PEREGRINACIÓN La sociedad moderna se caracteriza por la movilidad: las ofer­ tas de trabajo, así como la facilidad de las comunicaciones, posibili­ tan los desplazamientos, muchas veces inducidos arteramente por mafias sin escrúpulos. Así lo evidencian ahora mismo las riadas de inmigrantes que cruzan el Estrecho; años atrás, éramos nosotros los que marchábamos hacia otras tierras, hacia América y Europa. Pero las cosas parece que están cambiando entre nosotros; la gente se mueve poco, a lo más del campo a la ciudad, quedando éstos cada día más despoblados. Nadie quiere dejar su pueblo, su casa, sus amigos entre los que se siente arropado y acogido, para abrirse paso en un lugar lejano, entre desconocidos. La patria, el terruño, la casa dan seguridad; aventurarse por otros parajes produce miedo. Las 12 Cf. M . M aritano , «Il Giubileo e i suoi segni nella storia del popolo cristiano», en Salesianum 61 (1999) 687-740.