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LA TEOLOGÍA FRANCISCANA DEL SOBRENATURAL 721 de preguntarse: ¿es qu e p a r a m an ten er la correcta confesión d e esas dos verdades nucleares de nuestra f e es indispensable a firm a r qu e todo hom bre n a c e en p e c a d o original?21. Para quien conozca la historia de la teoría del pecado original le resulta obvio que tal pregunta no pudo hacerse hasta fecha reciente, cuando dicha teoría, con toda claridad, ha entrado en perí­ odo de discusión radical que afecta a su ser o no ser. Mi propuesta actual es: la teología del Sobrenatural, tal com o se cultiva entre los católicos, h a c e innecesario, su p e rficia l el recurso a l teologúm eno del p e c a d o original. El/lo Sobrenatural en su sentido positivo, en su contenido teo­ lógico más directo y denso, denomina la vida íntima de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es evidente, para un creyente cristia­ no, que la participación en esta vida intratrinitaria, dada su exce­ dencia y excelencia infinita sobre todo lo contingente, finito, crea­ do no puede ser objeto de atingencia, de conquista por parte de un ser finito, creado, contingente. Únicamente si Dios quisiere en forma voluntaria, gratuita, liberal donarse al hombre, puede el hombre entrar a participar de la vida eterna. En este contexto reco­ gemos la definición que de lo sobrenatural ha elaborado lentamen­ te la teología católica: el Sobrenatu ral (la vida íntima de Dios) no p u e d e p e r ten e c e r a la constitución d el espíritu hum ano , n i se le d e b e com o p r o p ie d a d esen cial, n i lo ex ig e el desarrollo, incluso máximo, d e su dinam ism o, ni p u e d e ser objeto d e su m erecim ien ­ to m o r a l28. Me parece claro, pues, que para enfatizar la absoluta impoten­ cia en que un ser humano se encuentra respecto al acceso a la vida intratrinitaria y todo lo que a ella se refiere, basta recordarle al hom­ bre su condición de ser finito, contingente. Por tanto, antes de que el hombre llegue a ser «pecador», antes de que cometa, incurra, se contagie con algún tipo de pecado — llámese original/o de otro modo— se encuentra ya en imposibilidad antecedente, absoluta de 27 A. de V illalm onte , Cristianismo sin pecado original, espec. 147-161; I d ., «Naturaleza y Gracia. El pecado original. El Sobrenatural», en Naturaleza y Gracia 44 (1997) 43-65; espec. 61-65. 28 I. F. S a g ü é s, -De Deo creante et elevante •, en Sacrae Theolog. Su?nma, Madrid 1955, II, nn. 676-687, espec. 681.

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