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LA TEOLOGÍA FRANCISCANA DEL SOBRENATURAL 705 Sobrenatural cumple a satisfacción la doble función que la teología actual impone a cualquier explicación sobre las relaciones entre la naturaleza y el Sobrenatural: salvaguardar, en forma inequívoca, convincente, tanto la transcendencia como la inmanencia del Sobre­ natural, de la Gracia. La teología escotista de la libertad, tanto en Dios como en el hombre, su reconocido voluntarismo ofrecen indu­ dable ventaja a la hora de hablar de la libertad, liberalidad, gratui- dad absoluta e incondicionada con la que Dios realiza su obra en el mundo. Pero la teología moderna, dentro del giro antropocéntrico de nuestra cultura, es especialmente sensible al peligro de extrinse- cismo, de dualismo entre la naturaleza y la Gracia que acecha a algunas de las explicaciones más comunes en siglos pasados. Por eso, exige que se deje bien claro cómo la intervención de la Gracia no violenta, ni deshumaniza al hombre; que no le toca sólo tangen­ cialmente y como desde el exterior; que la situación de naturaleza respecto al Sobrenatural no es meramente neutral o indiferente, mera no-repugnancia. Es indispensable afirmar en la misma natura­ leza espiritual del hombre, en su inteligencia y voluntad, una aper­ tura positiva, capacidad activa de recibir (no de conquistar) la vida íntima de Dios. Es lo que quiso expresar, durante siglos, la teoría franciscana del deseo natural de ver/amar a Dios. En mi opinión no hay modo de evitar el extrinsicismo, la peligrosa figura del «doble piso», del doble fin, al hablar de las relaciones entre lo natural y lo Sobrenatural. La Gracia ha de perfeccionar a la naturaleza desde la última profundidad de ésta. Para que se cumpla a satisfacción el viejo axioma: la Gracia no destruye, sino que perfecciona la natura­ leza (Gratia non destruit, sed p erficit naturam ). Esta verdad bipo­ lar la tienen a la vista las consideraciones siguientes. Como en siglos pasados, también el tema del Sobrenatural es un tema oceánico en profundidad y amplitud. Se impone el selec­ cionar algunos aspectos que, por una parte, parecen de mayor actualidad y, por otra, responderán mejor a la orientación general de la teología franciscana en esta materia. 1. C u id em o s nu estro len gua je relig io so - te o ló g ic o La p a la b r a «sobrenatural». La utilizamos con profusión en nues­ tro cotidiano lenguaje religioso-teológico. En su acepción más gené-

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