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704 ALEJANDRO DE VILLALMONTE llama simplemente potencia obediencial (p. 366). Y termina ofrecien­ do su visión final-sintética del estudio sobre «El Sobrenatural en el beato Escoto y en la Escuela Franciscana». En estos ocho puntos: «1) La criatura intelectual, como todos los seres, tiende a la perfección. 2) La máxima perfección de la criatura racional está en la visión facial y el amor unitivo de Dios. 3) Esta perfección no es asequible por las fuerzas naturales, ni siquiera en el sentido de la exigencia más mínima, sino sólo por la intervención libre de Dios. 4) Dios, en esa intervención, no es agente natural (necesario) sino voluntario en absoluto, sin ningún condicionamiento a las dis­ posiciones de la criatura. 5) Puesto que Dios es agente libre y la criatura puede tener, sin el destino concreto a la visión de Dios, suficiente razón de ser, no se encuentra ninguna dificultad especulativa en afirmar la posi­ bilidad de una naturaleza no destinada a la visión beatifica. 6) Por tanto, la perfectibilidad o apetito de la criatura no exige la elevación, sino que la hace posible. 7) El último fin de la criatura, en cuanto se inclina o en cuanto es perfectible, no puede ser otro que la visión intuitiva de Dios. Tam­ bién en la naturaleza pura sería este su fin, pero no en cuanto a la consecución efectiva, pues de ser así condicionaría la libertad de Dios. 8) El apetito no sería vano, pues ya por sí mismo es una per­ fección confundida con el ser mismo de la criatura espiritual y cuya función sería hacer siempre posible y conveniente de parte de la criatura la intervención sobrenatural de Dios» (p. 381). II. LA TEOLOGÍA FRANCISCANA DEL “SOBRENATURAL EN EL CONTEXTO DE LA TEOLOGÍA CATÓLICA ACTUAL El libro de BdeA que hemos comentado, siendo en su inten­ ción y método un estudio histórico no deja sin atención la actuali­ dad de la teoría franciscana (escotista) del Sobrenatural (pp. 383- 388). Por decirlo en una fórmula breve: la teoría franciscana del

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