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EXPERIENCIA DE LA VIRTUD EN SU LUCHA CON EL CURSO DEL MUNDO 1 La virtud —afirma Hegel en la F enom enología (276)— entabla una lucha con el curso del mundo. Es posible que el término «lucha» (K am p ß venga sugerido por la imagen que Hegel tiene a la vista: «el caballero de la virtud», según parece, Don Quijote (279), pero es más probable que lo haya introducido porque en este caso, a dife­ rencia de lo que es habitual, el enfrentamiento de opuestos, «virtud» y «curso del mundo», no termina por de pronto con el predominio de uno de ellos, que en un nivel superior absorbe en sí al otro, sino con la victoria de uno de los dos y con la simple derrota del contra­ rio. El término «lucha» tendría además, por contraste, un efecto esté­ tico-teatral, que lo hace especialmente recomendable por cuanto acentúa el lado dramático, ya que si lo normal es esperar que la vir­ tud se imponga, aquí ocurre lo contrario: la virtud termina por sucumbir ante la fuerza del curso del mundo, que ella considera como totalmente incompatible con sus ideales. Ese dramatismo resalta tanto más cuanto que es la virtud, y no el curso del mundo, la que busca el enfrentamiento, dotada de las mejores armas, pues­ to que actúa en nombre del bien mismo. ¿Cómo se provoca esa lucha, en qué consiste y cómo se desarrolla, cuál es su resultado? La exposición de estos aspectos aparece concentrada en el apartado D ie Tugend u n d d e r W eltlau f («La virtud y el curso del mundo»), el tercero de la sección que lleva por título: «La realiza­ ción de la autoconciencia racional por sí misma» (d ie Verwirckli- chung des vernünftigen Selbstbewußyseins du rch sich selbst). Esta sección es la segunda (B) del capítulo dedicado a la razón. La pri­ mera (A) se titula «razón observante» (b eo b ch ten d e Vernunft) y la tercera, «la individualidad que es para sí real en y para si misma» (Die Individualität, w elche sich an und f ü r sich reell ist). El senti­ do general de ese capítulo sobre la razón viene indicado en la caracterización del epígrafe correspondiente: «Certeza y verdad de la razón» (Gewißheit und Wahrheit der Vernunft). Por una parte, no hay nada que tenga legítimamente el nombre de realidad o de ver- 1 Las citas se refieren a Phänomenologie des Geistes 6, edic. Hamburg 1952.

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