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EL UNIVERSO COMO UNIDAD INFINITA EN GIORDANO BRUNO 663 Por tanto, el movimiento continuo es el de una de las partes del cuerpo hacia otra parte del cuerpo, naturalmente por el espa cio continuo y no interrumpido, como si entre lo lleno y lo lleno mediara el vacío, a no ser que quisiéramos llamar vacío al espa cio en el que ningún cuerpo es sensible 97. Es el todo el que fundamenta la vicisitud de las partes y no a la inversa. El espacio infinito no tiene partes: no hay partes del infinito, sino partes, modos en lo infinito, que guardan relación con un espa cio determ inado, pero no con el infinito, puesto que lo que es parte del infinito es también infinito 98. Lo mismo sucede con el tiempo, ya que éste es cantidad continua por sí mismo o como eternidad y no po r su relación con el movim iento o con una determ inada dim en sión. «Así, mil años no son parte de la eternidad, po rque no tienen proporción con el todo, pero, en cambio, sí son parte de alguna medi da de tiempo, como diez mil años de cien mil siglos» " . La divisibili dad es un hecho en el ámbito de la multiplicidad espacio-temporal, no en el de la unidad. La unidad infinita, espacial y temporalmente, es impartible. El tiempo de nuestro cielo se rige por el movimiento de los pla netas, incluido el de la luna. La división temporal viene determinada por el movimiento de los mundos en el espacio infinito. El alma del universo o principio de energía vital es la causa del movimiento o de la quietud de todos los cuerpos que se hallan en el espacio vacío infi nito, siendo éste, simple y únicamente, el continente de aquéllos. Ni el espacio ni el lu g a r 100 determinan la movilidad de los cuerpos, pues to que en el universo de Bruno 101, el espacio infinito es homogéneo 97 Giordano B runo , «De magia», cit., III, p. 414: «Hinc etiam continuus motus est partium corporis unius versus partes corporis alterius, nempe per continuum spa- cium et non interruptum quasi vacuo inter plenum et plenum mediante, nisi vacuum velimus appellare spacium in quo nullum corpus est sensibile». 98 Cf. Giordano B runo , «De l’infinito, universo e mondi», cit., pp. 423-424. 99 Giordano B ru n o, o . c ., p. 423: «Cossi mille anni non sono parte dell’eter nità, perché non hanno proporzione al tutto; ma si bene son parti di qualche misura di tempo, come di diece mille anni, di cento mila secoli». 100 Acerca del lugar, cf. A ristóteles , Física, cit., libro IV, caps. 1-5, 208a-213a, pp. 221-245. 101 Giordano B runo , «De immenso et innumerabilibus», cit., I, 1, liber I, pp. 228-230.
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