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EL UNIVERSO COMO UNIDAD INFINITA EN GIORDANO BRUNO 659 que es inherente a ellos, el espacio en el que se halla el gigantesco sistema que es el universo. El espacio en el que se encuentran soles y tierras es considerado caelum caeli o espacio aéreo y el espacio infi nito, inmóvil, vacío-lleno y absoluto es el espacio etéreo o caelum caelorum; es el universo. El primero corresponde a las distintas unida des cósmicas, el segundo es la unidad cósmica en cuanto tal. El espacio que ocupa un cuerpo, lo que se halla entre cuerpo y cuerpo y lo que media entre la superficie de un cuerpo y conti nente, son tres formas en las que puede concebirse el lugar: Distinguimos el lugar según tres acepciones: según la primera es el espacio lleno de cuerpos, lo que también es considerado interposición de los cuerpos, en cuanto sus dimensiones equivalen a las dimensiones de los cuerpos. Por la segunda es el espacio fuera de los cuerpos, como lo que media entre uno y otro astro. Esto desde Moisés se considera firmamento, lo que separa las aguas de las aguas, esto es, un astro de un astro, un mundo de otro mundo. Nosotros hemos declarado antes que todos los mundos, especialmente de acuerdo con la substancia corpórea y materia que predomina, son acuosos. Según la tercera, es un espacio cualquie ra o aquel que se interpone entre la superficie de un único cuerpo contenido y continente, que está entre el aire y la esfera que le rodea. Ciertamente, entre átomo y átomo, los cuales no son ni pue den ser recíprocamente continuos, sino verdaderamente individua les p er se. Ningún otro compuesto puede considerarse continuo, de otro modo no sería divisible. Sin embargo, todo cuerpo divisi ble es divisible porque es penetrable. Todo cuerpo es penetrable en cuanto está compuesto de partes unidas entre ellas que no cons tituyen una unidad sino que son unidades. Todo lo que no es uni dad, pero está unido de tal manera, es algo tangente a lo que se une: todo cuerpo que toca, toca después que una superficie ha sido colocada junto a la otra: permanece la distinción entre lo toca do y el que toca, entre la superficie de uno y de otro. En todas partes son dos superficies; es necesario pensar o bien una línea interpuesta o bien un espacio que realmente las distingue, es decir, el vacío, que tu no pudiste denominar de otro modo, sea que tu lo concibas en el plano, sea en el sólido, en el espacio 84. 84 Giordano B runo , o . c ., liber V, pp. 119-120: «Heic triplicem loci intelligimus speciem: prima est spacium corporibus plenum, quod et corporibus interiectum dici-
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